5.7.13

"The fallen sparrow"-Richard Wallace



Perseguido 1943  
Director: Richard Wallace
Guión:  Warren Duff
Música:  Roy Webb
Fotografía:  Nicholas Musuraca
Montaje: Robert Wise
Actores:
John Garfield (John McKittrick / alias “Kit”),
Maureen O'Hara (Toni Donne),
Walter Slezak (Dr. Christian Skaas),
Martha O'Driscoll (Whitney Parker),
Bruce Edwards (Ab Parker).


 « En un mundo en guerra deben caer muchos gorriones… many sparrow must fall»

La entrada de los Estados Unidos en la guerra mundial se acompaña de la entrada de Hollywood en la propaganda: la orientación de la información de la población sobre lo que está en juego en Europa empieza con la guerra civil en España con The fallen sparrow. Casablanca, To have and have not, Passage to Marsella… informan a su manera sobre la necesidad de ayudar a la  resistencia francesa.

The fallen sparrow, gran éxito de los Estudios RKO en 1943 y mal traducida por Perseguido 1943 (la acción se desarrolla en 1940), trata de las secuelas de esta guerra sobre John McKittrick / “Kit”, un voluntario de las Brigadas Internacionales que pasó dos años en cautividad, torturado por los franquistas en presencia de un misterioso oficial nazi. Kit sabe que su huida ha sido programada por Louie Lepetino, íntimo amigo suyo, inspector de policía en Nueva York. A pesar del descanso de unos meses en un rancho en Arizona,  no consigue cerrar las heridas pasadas: los sudores, la fiebre, la presión del cráneo, este ruido de pasos de un cojo – ¿realidad pasada o puro invento? – la paranoia de la persecución…   ¿Podrá Kit aclarar la muerte de Louie Lepetino, caído –o tirado –desde la ventana de un rascacielos?

John decide actuar y se desplaza a Nueva York donde reanuda sus antiguas relaciones, sobre todo con Ab Parker y su prima Whitney, cantante en un club donde se dan cita la clase alta y unos refugiados europeos aristócratas. Entre ellos, Hugo  y Christian Skaas …

…y, sobre todo, la esplendida Toni Donne.
Kit no se fía de nadie, todo eso huele más bien a nazis infiltrados que a refugiados políticos. El asesinato de Ab, disfrazado también de suicidio, confirma sus inquietudes: él está perseguido después de haber sido liberado de las cárceles franquistas porque tiene en su posesión algo que alguien quiere recuperar.

Whitney y Kit descubren el cuerpo de Ab

No se nos está revelando la toma de posesión de minas de minerales por un grupo nazi, como nos lo contará Hitchcock unos años más tarde  en Notorious (Encadenados). El objeto es simbólico, tanto para el aristócrata al servicio del nazismo como para estos jóvenes de las Brigadas Internacionales y sus compañeros republicanos españoles para quienes la guerra civil no ha acabado –estamos en 1940

El actor John Garfield, abiertamente comprometido con las causas antifascistas, encuentra con este papel un excelente escenario para transmitir con toda su fuerza vital, su expresión de niño inocente –que no ingenuo –un mensaje sobre los ideales de las Brigadas Internacionales, la necesidad de seguir el combate contra las fuerzas franquistas y nazis. Hemos evocado a propósito de  He ran all the way (John Berry-1951) el calvario del actor perseguido –esta vez en la realidad –por la pesadilla del macartismo, y que muere,  agotado, en 1952.
 ¿Conseguirá Kit desvelar la identidad del o de la que mató a Louie, caído como un gorrión muerto? ¿Caerán otros gorriones en esta guerra sucia protagonizada por espías nazis, refugiados comprometidos con Alemania, turbios policías estadounidense?
¿Es realmente Toni víctima chantajeada por Hugo Skass? ¿Es su mujer? ¿Qué busca Christian Skass cuando elogia las nuevas técnicas de torturas, mirando fijamente a Kit, descompuesto?

¿Podrá Kit salir de este nido de espías al que le ha llevado su investigación sobre la muerte de Louie y de Ab? ¿Acabarán sus obsesiones si encuentra al hombre cojo?


Con Charles Koerner se inicia  [entre 1942 y 1946] no sólo la verdadera producción noir de la RKO, sino también un periodo donde el Estudio, a lo largo de tres administraciones distintas, cada una de ellas con sus singularidades, ofrecerá a la historia del cine sus mejores obras dentro de esta categoría cinematográfica… La comercialidad de los productos debías ser, a partir de ese momento, el único objetivo perseguido por las producciones elaboradas por el estudio cada temporada. Para el nuevo encargado de la producción era necesario abandonar las películas de prestigio de la era Schaefer, por películas taquilleras, baratas y cuyos argumentos estuviesen inspirados en temas de actualidad. La acción. La violencia, el misterio y el crimen del film noir eran ingredientes perfectos, que se ajustaban perfectamente a las exigencias de Koerner. El entretenimiento estaba asegurado y las historias donde gente sencilla se ve envuelta en situaciones que se escapan a su control, eran un medio adecuado para atraer a los espectadores y conseguir que se sintiesen identificados con los protagonistas de estas películas. No es de extrañar por tanto, que siete de los diez films noirs producidos bajo su administración fueran precisamente de la variante que hemos denominado como thriller noir: The fallen Sparrow, Noche en el alma, Deadline at Dawn, Venganza, Escalera de caracol, Encadenados, Crack-Up. [Notamos que también Murder, my sweet (Historia de un detective-E.Dmytryk) y the woman on the beach (La mujer en la playa-Jean Renoir) están rodadas bajo su administración]”. (Gonzalo Pavés “El cine negro de la RKO”). The Fallen Sparrow es el primero thriller negro bajo la administración de Charles Koerner y corresponde a sus exigencias:

-Estamos en la actualidad de la época con la guerra mundial y la presencia de espías nazis en los Estados Unidos: el protagonista,  de vuelta de la Guerra Civil en España, mantiene viva la memoria de las Brigadas Internacionales que lucharon contra el golpe de Estado de Franco.

-Tenemos a una gente sencilla envuelta en situaciones que se escapan a su control: Kit, a pesar de un largo descanso en Arizona, está muy vulnerable después de dos años encerrado en una cárcel franquista,  torturado por orden de un militar nazi. Su amigo, Louie Lepetino, organizó su huida en unas circunstancias misteriosas.

La película empieza cuando Kit vuelve a Nueva York después de enterarse de la muerte de Louie, disfrazada de suicidio: con el acuerdo de los padres de Louie, una gente humilde, quiere aclarar el asunto aunque la policía no le preste ayuda.
Su amigo Ab y la prima de este, la cantante Whitney Parker le facilitan su regreso a la vida púbica. Se encuentran los tres atrapados en un nido de espías noruegos y alemanes dirigidos por el extraño Doctor Christian Skaas y eso cuesta la vida a Ab. En el seno de este grupo sospechoso y poderoso en los Estados Unidos, aparentemente protegido por la policía, se encuentra la enigmática Toni que parece dispuesta en ayudar a Kit en su búsqueda de la verdad sobre la muerte de Louie.
-La violencia de la acción no se debe a los crímenes –que no vemos –sino al contraste entre el estado nervioso frágil de Kit después de estos años anteriores en las mazmorras franquistas y las  circunstancias de sus investigaciones. Kit se encuentra inmerso en una situación compleja, con unos personajes oscuros en sus intenciones, y, para colmo, se siente atraído por la mujer cuya implicación en la muerte de su amigo Louie llega a sospechar.

John Garfield llena la pantalla, la cámara no lo pierde ni un instante en su lucha por no dejarse llevar por sus desequilibrios. El actor es prodigioso e impone su marca con su discurso sobre lo absurdo de la guerra, sobre el imperativo de justicia que animaba esta juventud crédula de las Brigadas Internacionales, de los combatientes antifascistas dispuestos a sacrificarse y sacrificar a sus familias… Interpreta con un fuerte realismo, a veces teatral, su  ira frente a esta sociedad tan lejana de los eventos que ha sufrido en su carne, de este  sentido de la amistad y de la justicia, su sospecha de todo y de todos.

Lo acompaña la excelente Martha O’Driscoll en el papel de la cantante Whitney Parker.

Con la excepción de Walter Slezak en el papel del misterioso Dr Skaas, los demás actores son bastante flojos, particularmente Maureen O’Hara de la cual se podía esperar más convencimiento en su interpretación. La dirección de Richard Wallace es también irregular. La música de Roy Webb –el cual había ofrecido a la RKO unos buenos momentos en otras películas –no sigue aquí la narración a pesar de la calidad musical del tema principal y sorprende su nominación a los Oscares.


El otro elemento magistral es la fotografía de Nicholas Musaraca. Este profesional desde 1923, estrena  el cine negro  con Stranger on the third floor (El desconocido del tercer piso en 1941) y define el estilo negro de la RKO para toda la década acompañando a  Robert Siodmak (The spiral staircase-La escalera de caracol-1946)Harold Clurman (Deadline at Down-1946), John Brahm (The Locket-1946) Jacques Tourneur (Out of the Past-Retorno al pasado-1947), siguiendo a Fritz Lang, John Farrow, Ida Lupino… en la década siguiente. La buena sorpresa: la dirección del montaje por Robert Wise que había tenido la misma responsabilidad dos años antes con Ciudadano Kane, antes de ser el asistente de Welles en The magnificiant Ambersons.

Y, al final:  « otro gorrión ha caído» piensa Kit...