29.12.15

Killer's Kiss"-Stanley Kubrick





Davey Gordon cae en la trampa de la baraja


El Beso del asesino  1955  
Director: Stanley Kubrick Killer's kiss 
Guión: Stanley Kubrick-Howard Sackler
Música:  Gerald Fried
Fotografía, Montaje, Producción: Stanley Kibrick (Minotaur)


Actores:

Jamie Smith es Davey Gordon
Irene Kane es Gloria Price
Frank Silvera es Vincent Rapallo
Jerry Jarrett es Albert (the fight manager)
Mike Dana y Felice Orlandi: esbirros de Rapallo 
Ruth Sobotka es Iris la bailarina, hermana de Gloria (Corografía: David Vaughan)



Gloria Price y el boxeador Davey Gordon son vecinos en un edificio miserable de Nueva York. Ella es “ballroom hostess” o sea “chica de alterne” en un local  sórdido que pertenece a Vincent Rapallo. Una noche, después de haber perdido un combate, Davey despertado por los gritos de Gloria, se presenta en su apartamento lo que hace huir a Rapallo que intentaba violentarla. Gloria y Davey empiezan una relación y deciden irse juntos de Nueva York. Celoso, Rapallo rapta a Gloria y manda a sus esbirros para que se  “deshagan” de su rival. Estos se equivocan y matan a Albert, manager de Davey…
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Después de los dos cortos metrajes, Day of the Fight y Flying Padre en 1951, Kubrick rueda dos años más tarde, Fear and Desire (que se salvó a pesar de haber intentado quemar todas las copias de este primero largo metraje con un guión que no era suyo) y el documental Seafarers  (este último encontrado casualmente en 1973). Así que se puede considerar  Killer’s Kiss como su primera obra de autor. ¿Película negra? Por supuesto: una joven en manos de unos gánsteres, un boxeador con problemas existenciales, los celos y la venganza... ¡Qué importan los estereotipos si, para este primer guión de largo metraje uno se lanza en la producción, la dirección, la fotografía y el montaje en el género negro y si, además, tiene a su lado al amigo de la infancia para componer la música (porque la música,  sí importa)!.
¿El beso del asesino? Besos hay muchos por parte de Gloria a Dvey pero también a Vincent Rapallo cuando se trata de calmar el acoso del jefe; en cuanto al asesino… ¿No conviene más bien pensar que Kubrick firma esta primera obra de autor con estos dos K de Killer’s Kiss, pequeño guiño de autosatisfacción de un joven entusiasta dispuesto a cambiar las reglas del arte cinematográfico? Ese es un  primer ejercicio de estilo, muy personal pero sin olvidar la suma de referencias que pudieron alimentar su pasión por la fotografía y el cine.


¿Se puede plantear una influencia, un lazo,  entre la trayectoria cinematográfica naciente del joven  Kubrick y The Set-Up (Combate trucado) de Robert Wise rodada en 1949 que acabamos de ver? No tengo elementos para comprobar si Kubrick ha visto la película de Wise pero su arranque en el arte cinematográfico hasta sus dos películas negras Killer’s Kiss y, al año siguiente,  The Killing (Atraco perfecto) permite un paralelismo.
En esta segunda obra,  Kubrick retoma siete años más tarde el efecto estilístico mayor  que crea Wise en The Set-Up: el respeto de la unidad temporal (Hitchcock lo  había experimentado también,  en acorde con el plano-secuencia único, en The Rope (La soga-1948).
 fotógrafo apasionado, su interés por el boxeo conduce el joven Kubrick a rodar el corto Day of the Fight en 1951: no tiene relación con el poema del mismo título de Joseph Moncure March que inspira la obra de Robet Wise, pero la coincidencia no deja de sorprender. Más tarde, Kubrick venderá los derechos sobre este corto a… los estudios RKO de Howard Hugues, productor de The Set-Up (se habla de unos 4 000 dólares, con un beneficio de 100 dólares para Kubrick, lo que da una idea de las condiciones materiales con las que contaba el joven director para su primer proyecto).
Entre The Set-Up y Killer’s Kiss, podemos añadir otros paralelismos como la anecdótica coincidencia siguiente: Wise tiene 35 años como su protagonista Bill Stoker (Robert Ryan) y Kubrick 27 al igual que el personaje de Davey (Jamie Smith). Pero el tema esencial de la narrativa en las dos películas es el amor entre una mujer y un hombre,  aunque su representación difiere: para Wise, el dúo separado por un último combate; el vacío expresa la ausencia del otro. Kubrick responde con otro dúo que consigue tocar su partidura romántica sin intermezzo  a pesar de los sucesivos combates que le amenazan.
Notamos un punto más acerca de las dos obras: la secuencia de la mutilación de Stoker a mano de los esbirros de Little Boy en la película de Wise  y la escena del asesinato de Albert que los esbirros de Rapallo confunden con Davey,  parecen haber sido rodadas en el mismo callejón y con esta misma luz expresionista del buen cine negro de la década anterior.  En otros planos, el fuerte contraste de luz hace resaltar las caras y los cuerpos dentro de unos espacios borrados por la oscuridad. El efecto se repite en diversas secuencias y particularmente en el combate final entre Davey, Rapallo.
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¡Así hablaba Kubrick!


«Es increíble cómo a veces acabas metido en un lío al que no eres capaz de encontrar sentido, y aun así, no puedes pensar en nada más… hace tres días, justo antes de mi combate con Kid Rodríguez…»



El flashback que abre la primera secuencia con la voz en off de Davey en la estación de trenes permite, con sus idas y vueltas, acompañar al protagonista mientras espera de Gloria: ¿vendrá o seguirá en la gran ciudad? Poco más tarde, en la hora de las confidencias y del desayuno, Gloria incorpora en este flashback de Davey el suyo propio, o más bien: Dos. Cuenta en el primero el acoso de Rapallo, sus gritos que despiertan a su vecino Davey. Después, cuenta la historia de su niñez, la fuerte relación entre su padre y su hermana Iris: su voz en off acompaña un flashback casi onírico, un baile de Iris en público en el que sólo destacan sus miembros blancos sobre un fondo negro. El onirismo encontrado a veces en el género negro tiene su importancia también con  la pesadilla de Davey mientras Gloria grita y pide auxilio desde el piso de enfrente. Kubrick juega con las premoniciones que estallaran en The Shining (El resplandor-1980): aquí, la extraña calle del sueño de Davey es la misma que la que va a recorrer en la realidad cuando, más tarde, persigue a Rapallo para intentar liberar de nuevo a Gloria…


Música e Imagen
No se nada de las intenciones del joven realizador con respecto al desarrollo de los elementos temáticos de Killer’s Kiss. Más allá de unos cuantos índices que (¿conscientemente?) Kubrick salpica esta cinta con probables bocetos para su impresionante futura filmografía, descubro una presentación original de la temática. Los diálogos extremadamente reducidos, dejan libre  el espacio sonoro que va ocupar  la música con tres temas: uno marca el ritmo de la acción, tal un cronómetro, y acentúa así el respeto de la unidad de tiempo; por supuesto Gerald Fried readaptará el tema musical en The Killing (Atraco perfecto). El segundo es la tensión de la acción modulada perfectamente en su intensidad por un acompañamiento de piano jazz-salsa, mientras el tercero corresponde al tema principal que los títulos de crédito anuncian como Love theme from the song  “Once” by Norman Gimbel and Arden Clar, un tema musical que puede haber inspirado a Alex North para la banda sonora de Spartacus. Sabemos la importancia que el director da a la banda sonora en el conjunto de su filmografía: Richard Strauss y Ligetti (2001… o Eye Wide Shut), Ludwig von… para La Naranja Mecánica,  pero sobre todo la musicalidad de su libro de imágenes con la ayuda de Haendel, Schubert, Mozart y Bach: Barry Lyndon).

 Rapallo excitado… Beso erótico con Música  de piano jazz-salsa (relacionada con el salón de baile de Rapallo alternando con el tema romántico principal) y la voz de la tele comentando la caída de Gordon. Ella entre besos, mira la pantalla…

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Con la preponderancia de la imagen y la música sobre los diálogos, Kubrick consigue transformar algunas secuencias en páginas de comics como por ejemplo la huida de Davey atrapado con Gloria por Rapallo y sus esbirros en una nave. Unos cortos planos sucesivos describen el fracaso de Davey en su intento de liberar a Gloria, la trampa de la baraja que lo deja tumbado mientras Gloria intenta sin éxito un juego amoroso con Rapallo, la cara de Davey, la del esbirro que le vigila, sus pies, la ventana, la zancadilla, el salto de Davey por la ventana, la caída en la calle que vio en su pesadilla…
A estos prodigios del montaje que Kubrick maneja a lo largo de la cinta  se superpone la belleza de la imagen. Notamos el expresionismo del Blanco y Negro, el  picado mediano sobre Davey y sus fotos en el espejo de su cuarto, exactamente igual al de Davey, frente al espejo en el apartamento de Gloria,  explora su pasado en unas fotos; el combate de boxeo revela la complejidad del montaje, la elección de numerosos contrapicados con un ritmo que potencia la violencia de la lucha, la utilización de la cámara subjetiva en la caída de Davey… la realidad cruda y dura.
Kubrick no sabe quedarse mucho tiempo en los estudios, necesita salir. El fotógrafo capta lo intempestivo: por ejemplo el cartel que anuncia el combate de Davey Gordon con Kid Rodríguez vuela, aterriza en la acera, alguien lo pisa, otro cartel pegado en el escaparate del barbero… Crea lo intempestivo en la narrativa: la interrupción de los dos chavales jugando con la bufanda de Davey, lo que le salva la vida… Visita la ciudad,  pasea  por las calles de noche, se para delante de los escaparates, fotografía unos pasteles en un escaparate,  edificios, azoteas y tejados. Hasta cuando Gloria y Davey se preparan a vivir su primera noche de amor, Kubrick prefiere salir para ver la puesta de sol sobre Manhattan…

Las dos formas

Puerta de entrada del dancing de Rapallo, al lado de una tienda de moda



Puerta y escaparate
El  espacio  sonoro liberado por la ausencia de diálogos permite al dúo Música-Imagen expresarse con más intensidad y, con el acompañamiento de los tres temas musicales, la imagen despliega su propia narrativa a partir de dos formas: una puerta de dos hojas, un escaparate de ropas. Claro, una puerta es una puerta, un escaparate es un escaparate.
Sin embargo, la imagen aparece a media cinta, llama mi atención: la puerta del dancing contiguo a un escaparate con maniquíes.  Desde el  momento en que nos olvidamos del sentido real de las cosas, una puerta de dos hojas, un escaparate con maniquíes, la imagen pierde el saber de estas cosas: representa unas formas vaciadas de sentido. Las formas (los dos rectángulos verticales de las hojas de cristal de la puerta, los cuerpos en el escaparate de la tienda de moda) se llenan entonces de unas nuevas significaciones. Maniquíes o… cuerpos domados, robotizados. Dos cristales verticales o dos objetos, dos  humanos emparejados, acoplamientos, dos luchadores…

La imagen interpela, pero la puerta, el escaparate… no pierden del todo su sentido original. Sin embargo, la  forma Cuerpo y la cifra Dos consiguen alienar este sentido general,  me han transmitido una señal: la señal de una historia posible; se presenta como una confidencia, una complicidad conmigo (Ver Roland Barthes-Mitologías). Ahora está claro: La mitad de la cinta ya pasada notifica la presencia de estos signos de la paridad y de los cuerpos dominados. La mitad siguiente confirma la fuerza de la señal: los dos esbirros en contrapicado han cumplido con su deber; el duelo entre Davey y Rapallo se vuelve inaplazable, último combate en simetría con el combate de boxeo al principio de la película; el dúo amoroso puede seguir tocando su partidura y emprender su escapada. Tomamos un huevo con jamón y nos despedimos de la gran ciudad… dice la voz en off de Davey antes de verle ir a recoger las maletas al apartamento. Se despide del pez en el acuario… y tira las llaves de su habitación.

Cuerpos y dúos
Cada forma recorre la película, propaga su onda con una frecuencia propia. La onda de los cuerpos se cruza con la onda de los pares. Las dos ondas  interfieren, se separan de nuevo… portando sus dos formas en armonía con el tema musical.  Esta  lectura de la imagen podría ser, a fin de cuentas, bastante evidente cuando se trata de película de boxeo. Sin embargo, Robert Wise la trata sin insistencia en The ¨Set-Up (Combate trucado) mientras Robert Rossen ni siguiera consigue plantearla a pesar del título en Body and Soul (Cuerpo y Alma).

Para ser más precisos, recordamos algunos planos.  A lo largo de su recorrido ondulatorio por Killer’s Kiss de estas dos formas que llaman mi atención, Kubrick da una o más significaciones. La primera va cargar con la materia densa de la manipulación y la posesión de los cuerpos, pero también con la afectividad y el deseo en el acercamiento;   la segunda organiza la paridad de estos cuerpos.
Amour fou y ternura romántica de dos huérfanos marcados por el pasado: dos jóvenes perdidos y explotados en la gran ciudad,  sueñan con la vuelta al campo,  el rancho del tío George cerca de Seattle…–un sueño que no consiguiera realizar Stanley Hayden en The killing.  Para Gloria y Davey la revelación del amour fou pone inmediatamente en evidencia la necesidad de una salida urgente del sistema de manipulación y sometimiento de los cuerpos a los intereses o deseos de dominadores organizada.
Dos combates entre dos hombres están separados por la relación de pareja Davey-Gloria. Esta nos ofrece una serie de imágenes dobles: en los espejos, pero también la pareja Davey-el pez en el acuario, el tío George y la tía Grace, la pareja Gloria-muñeca de trapos, un marco con dos fotos (el   padre de Gloria y Iris, su hermana) … y sobre todo:  las dos ventanas cara a cara de cada lado del patio interior, las dos escaleras idénticas que les permiten comunicarse por la azotea para juntarse lo antes posible.

Gloria mirona: la música es el tema  romántico principal,   (que recordaremos en Spartacus de Alex North).



Desde la ventana, Gloria observa a Davey en la ventana de enfrente: mirona, mientras él se viste… Kubrick insiste: deja al movimiento esquivo de la mano de Gloria sujetando la taza de café un signo ambiguo de inestabilidad;  lo amplifica con la posición fija de la cámara durante unos largos segundos; una translación inaprensible en esta prolongación de la inmovilidad nos lleva a agarrarnos a su insistencia óptica más que a su significado. Ese aparece en el plano siguiente: Gloria deja de mirar, bebe su café…  el deseo ha nacido.

Davey mirón


Después de su combate contra Rodríguez, nos encontramos a un Davey mirón,  escondido en la oscuridad mientras ella se desviste, , habla distraído por teléfono con el tío George. El juego de las dos ventanas y de las dos escaleras sigue hasta que los dos mirones se juntan en el patio de entrada del edificio y se van, cada uno por su lado…  
Cuerpos de mujeres en venta para un baile en el Partners Dancing,  GIRLS HOSTESSES dirigido por Rapallo. Cuerpo de Davey preparado antes de lanzarlo al combate… Las parejas hombre-mujer bailan, Gloria y Rapallo, las siluetas de Gloria y Albert destacadas en las dos hojas de la puerta del dancing, dos esbirros, dos payasos en la calle… y la soledad, el vacío dentro de Gloria, el aburrimiento de Davey  después de haber cumplido la función que la estructura organizada impone… 


Dos hombres, Davey Gordon y Kid Rodríguez,  cuerpos adiestrados, robotizados al servicio de unas reglas y una técnica, se lanzan en un combate de boxeo… Más cuerpos, bailarina autómata, muñeca… preparan  la secuencia-shock final del escándalo de los cuerpos troceados. Dos hombres, Davey y Rapallo,  sacan la fuerza bélica que les traslada unos milenios atrás, al inverso de la primera secuencia de 2001… y con el hacha de The Shining en un  almacén de maniquíes: .piernas saltando, manos tambaleando, tetas volando, pinchadas por el arpón, cortadas por el hacha… En esta secuencia,  Kubrick maneja también la ambigüedad: hace aparecer los cuerpos alineados de pie, final sin dar una representación directa de la  lucha final entre Davey y Rapallo sino una introducción progresiva al escándalo de la lucha. La aparición fuera de contexto de los maniquíes da una sensación de retraso, de desfase, al belicismo: al  shock inicial de la imagen se sustituye el humor de las imágenes siguientes en las que resalta lo grotesco de la violencia,  plasmada esencialmente en la cara de Rapallo. El ritmo de marcha que Gerald Fried retomará en The Killing  se hace más militar, con trompetas y tambores: Path of Glory y Full Metal Jacquet no está muy lejos. En la estación de trenes, Davey esperando a Gloria: Mandé flores a la viuda de Albert… Pasan unas monjas…
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Gloria y Davey: Al principio de la escapada


En el libro '50 años de cine norteamericano' Bertrand Tavernier y Jean-Pierre Coursodon destacan que "Uno de los rasgos originales y muy personales deShadows es su obstinada negativa a enunciar la temática. Nunca se podrá decir sobre qué es una película de Cassavetes, sólo que es sobre personajes". Y añaden, "Cassavetes quiere superar el simple efecto de realidad para alcanzar, por así decirlo, la realidad misma. Y justamente porque se aproximó de forma absolutamente convincente a esta ambición a la vez simple y grandiosa, es a menudo considerado, todavía hoy, un improvisador".
Improvisación a medias cuando descubrimos las innovaciones aportadas en Killer’s Kiss  al enunciado de la temática: en vez de utilizar  las formas al servicio de un estilo u de un puro formalismo, Kubrick las maneja para dar todo su relieve a  las motivaciones profundas que marcan la fuerte realidad de su obra. Frescura de los movimientos de cuerpos en las calles, el amour fou y lo intempestivo, destreza y arte  en el manejo de las formas elegidas: después de Detour de Ulmer (1945),  Nicholas Ray (They live by night-1948) Lewis (Gun Crazy-1950), y antes de Cassavetes (Shadows-1958)  y Godard (Al final de la escapada-1960), Kubrick entrega con esta primera película negra una materia esencial a los cimientos de una nueva visión cinematográfica.
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algunos planos: Cuerpos

Los cuerpos


Venta de cuerpos para un baile… o más en el Partenrs Dancing

Preparación del cuerpo del boxeador Davey Gordon


Violación del cuerpo: Gloria y Rapallo

Cuerpo robotizado: Iris, hermana de Gloria




algunos planos: Dúos


Espejo: un ejemplo de reflejo entre unos cuantos

Dúo en gestación Gloria Davey

Dúo Davey- Pez en el acuario

Dúo Gloria – Muñeca


Dúo Padre y hermana de Gloria


Dúo Gloria y Albert en la puerta del dancing: no se conocen pero esperan al mismo hombre, Davey


Dúo esbirros de Rapallo


Dúo combate Davey vs Rodríguez


Dúo combate Davey vs Rapallo



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