24.7.14

"The Threat"-Felix E.Feist



Amenaza / La) 1949 

Director: Felix E. Feist threat (–The)  
Guión: Dick Irving Hyland (relato de Hugh King)   
Música:  Paul Sawtell    
Fotografía:  Harry J.Wild    
Montaje:  Samuel E. Beetley    
Dirección artística: Albert S.D’Agostino   
Productor:  Hugh King –RKO


En el año en que Howard Hugues toma las riendas de la RKO, empieza el chorro de películas de bajo presupuesto, casi todas de acompañamiento en sesión doble. Después de The clay pigeon, Follow me quietely, Strange Bargain, se estrena The threat en primera parte en algunas salas de Los Ángeles. La película es poco conocida pero su director, Felix E.Feist,  ha participado en el cine negro con películas como The devil thumbs a ride (Autostop al infierno-1947), The man who cheated himself (1950 con Lee J:Cobb, Jane Wyatt, John Dall), Tomorrow is another Day (Unidos por el crimen-1951-con Ruth Roman que vimos en La Ventana de Tetzlaff y con Steve Cochran). Notamos también el drama: This woman is dangerous (Una mujer peligrosa-1952- con Joan Crawford y Dennis Morgan) y la ciencia-ficción  (y horror): Donovan’s Brain en 1953 con un guión de Curt Siodmak(autor del relato), con Lew Ayres, Nancy Reagan.(Hay una foto de Fiest con Ayres y Nancy y Ronald Reagan de visita en el plató).… Pero Feist debe más bien su fama a algunos westerns.


Michael O'Shea (Ray Williams) y Virginia Grey (Carol)


Estos dos actores tenían una cierta fama entre los cinéfilos en las décadas 40 y 50 del siglo XX: a O’Shea, con cinco hermanos policías, no le quedaba más remedio que actuar de policía (tiene tres películas negras. (ver filmografías en el Blog).

Charles McGraw ("Red" Kluger)


La participación en el cine negro de Charles McGraw es más importante que la de los actores precedentes: si la situación internacional le conduce a actuar, como muchos otros actores, en películas bélicas, entra en el cine negro por la puerta grande con la secuencia de introducción de The killers (Forajidos-Robert Siodmak-1946): McGraw es uno de los dos hombres encargados de matar al sueco Burt Lancaster. Volverá a encontrar a Lancaster en Brute Force. Sus papeles de bruto, gángster o psicópata alternan con los de detective, inspector de policía (Ver filmografías en el Blog).

El guión – de Dick Irving Hyland y Hugh King , adaptado de un relato de este último que produce la película –  es de lo más clásico: la toma de rehenes. En un poco más de una hora, la película se divide en tres partes muy marcadas, separadas por unos cortos intermedios:

-Primera parte (unos 8 minutos)

Robert Shayne es el Inspector "Murph" Murphy


Corresponde a unas secuencias clásicas de las películas de propaganda de las instituciones estadounidenses que tanto le gustaba filmar a Hathaway (con más medios y los mismos resultados). Unos prisioneros se escapan de la cárcel de Folsom. La banda sonora musical, trágica, intenta cubrir el ruido de los disparos: ametralladoras, focos y pistolas se inmiscuyen entre los títulos de crédito.
Red Kluger se ha escapado: los medios de comunicación (telegramas, radios, teléfonos,…) se disparan. Felix Feist insiste con diferentes planos de radios, TV con informativos, venta de periódicos en la calle, títulos de diarios, locutores…  Informamos a la población de tener cuidado, que todos se mantengan en alerta,  tiene 37 años, está armado, fuerte complexión… Red Kugler ha avisado en su juicio que se vengará de los responsables de su captura: el fiscal MacDonald y el detective Ray Williams.
La policía llama al inspector Murphy que llama al fiscal MacDonald: te envío a unos guardaespaldas, no salgas de casa, espera.

Ray Williams y su mujer Ann (Julie Bishop)


Actuación bastante mediocre por parte de los dos, la típica pareja de las películas de policías y gángsteres: el policía para quien el trabajo pasa ante todo, la mujer que se queja de tanta consciencia profesional pero “orgullosa” de su hombre…. Roy está convaleciente después de una fractura de costilla (de lo que no se hablará más a pesar de sus acrobacias). Esperan a un niño. Ella le propone el nombre de Dexter; si te empeñas con Dexter, tendrán que apuntarme con una pistola! Llama Murph para avisarlo: Espera, se prudente

-Un intermedio de poco más de un minuto

Nick (Anthony Carusoy Lefty (el actor Frank Richards)


Excelente momento de cine negro: los raptos sucesivos de Ray, Carol (novia de Tony, socio de Kluger) y el fiscal Mac.
Dos hombres esperan a Ray en su coche y lo raptan. Nick, esbirro de Kluger,  espera a Carol a la salida del club y la rapta. Lo mejor es el caso de Mac: pequeña astucia de Kluger y sus dos acólitos, Nick y Lefty. Estos dos últimos, disfrazados de pintores en el edificio de la fiscalía, tapan la entrada de Kluger en el despacho de Mac (la violencia de la bofetada que da Kluger a Mac es memorable)… y su salida con Mac tumbado que envuelven en una lona.
Con este corto intermedio, Felix Feist nos pone del lado de la banda de Red Kluger, lo que pone su pimienta a la segunda parte. A propósito, un nombre que suena (¿por casualidad?),  un poco “rojo” y un poco “alemán”,  al pacto germano-soviético firmado 10 años antes, la gran amenaza que puso en marcha la máquina de guerra. Al fin y al cabo, el plan de Kluger es simple: antes de deshacerse de Ray y Mac el fiscal, utilizarlos para aclarar el papel de sus acólitos y en particular el de Carol y de su socio Tony en un asunto de robo que le ha mandado a él y él sólo  a Folsom.

-Segunda parte (unos 18 minutos)

Kluger con Carol, Nick, Lefty y,detrás,  Joe Turner (el actor Don McGuire)


El salón de una casa probablemente en los afueras de Los Ángeles. El efecto claustrofóbico lo dan las luces y el sonido continuo de la radio sincronizada a la frecuencia de la radio-policía, pero también y sobre todo estos techos bajos que permiten pensar que Feist es un admirador del Citizen Kane de Welles.
Kluger contrata a un chofer de camión, Joe Turner para ir a Palm Springs,(en realidad van al desierto de Banning). Nick y Lefty torturan a Mac (no lo vemos, por orden del censor Breen en la RKO, ¡pero lo oímos!) mientras Kluger interroga a Ray sobre lo que pasó y en particular sobre el papel de Carol. Ray revela que Carol fue la novia de Tony Anzo pero que no habló. “Sólo cuatro de nosotros sabíamos lo de aquella caja fuerte: Tony, Alex, tú y yo. Alex está muerto. Tony no lo haría. Yo no lo hice.” dice Kluger a Carol. Ella: “¿tú crees que estaría viviendo en un cuartucho si tuviera unos cientos de miles de dólares? Tú crees a tu socio Tony, ¿por qué no a mí?
Ray confirma lo que dicee Carol: lo de la caja fuerte fue un soplón de Ciudad de Méjico.
Kluger llama a Lefty: ¿Tú crees que Tony habría pactado con el Departamento del Tesoro?
De todas maneras, si Tony tiene la pasta, ¿qué importa?, dice Lefty. “Mucho, mucho si yo no sabía nada de ello” contesta Kluger. Empiezan las sospechas entre los tres.
Preparan el camión: Carol con la comida, los dos polis en un coche metido dentro del camión. Joe se enrolla bien con ellos de momento.
En este momento, Kluger les informa que Tony vendrá desde Méjico con un avión al desierto para recogerles.

Intermedio de 12 minutos



El viaje de noche, con el coche en el camión, permite varios suspenses: controles de policía, disparos… La policía ahora tiene la pista del camión y de Joe. Ocho minutos después de su salida el camión llega a un sitio donde sacan al coche y sigue el viaje, Joe conduciendo el coche. Mientras el avión de Tony sale de Méjico. El coche llega a la cabaña.

Tercera parte: en la cabaña (poco más de 20 minutos)

Joe Turner, en un ataque de nervios, rompe el cristal de la puerta


Hemos visto unas cuantas películas negras con situaciones en exteriores, en general con la misma situación de dominación y rehenes. Pensamos al número que monta Richard Widmark en Road House de Negulesco, y también a Nightfall de Jacques Tourneur en una cabaña en la nieve. Pero Charles McGraw no es el sádico perturbado Widmark ni el forzudo y violento Brian Keith: Red Kluger es una sutil mezcla de los dos. Utiliza la calma, el dominio de los nervios cuando se trata de desmantelar una situación con riesgos o de demostrar su evidente dominación, saca toda su fuerza tranquila cuando le atacan. A Ray que se le ha echado encima desde el tejado, le aplasta en una lucha de la cual sabe que saldrá ganando y acaba con los gestos de alguien harto que el mosquito le pique: a pesar de la violencia de la escena, verle romper la silla sobre el cráneo de Ray con los gestos del superhéroe pone al público de su lado por la magia de este diablo de director.

A Kluger, el policía Ray lo tiene harto


McGraw muestra sus dones de actor en contraste con el clásico y aburrido O’Shea, aunque éste encabeza los títulos de crédito. Todavía más: no es el actor que muestra, más bien el monstruo que actúa. Empieza enseñando su porte elegante y a la primera bofetada (al fiscal McDonald atontado) nos permite vislumbrar su otra imagen. Sabe jugar con las dos imágenes en la segunda parte (el hombre de negocios con Joe Turner, el jefe de banda con Carol, preservando todavía a Nick, pero no a Lefty). En la tercera parte, la primera imagen está totalmente borrada, la fuerza bruta estalla por fin con la imagen del líder que pone en marcha la máquina eliminatoria.
  Distintos elementos van a potenciar la situación en crescendo:  la evolución de la relación entre los miembros de la banda, la violencia cada vez más incontrolable de Nick y Joe Turner, la claustrofobia aumentada por el fuerte calor, el alcohol, la espera del avión de Tony, las falsas alertas de los aviones de la policía que pasan por la zona, la radio… Joe Turner no aguanta más, rompe el cristal de la puerta, Kluger rompe el reloj de Nick que contaba los minutos… El detective Ray y el fiscal, en posiciones que rozan lo ridículo, las bofetadas de Kluger a Ray, a Carol que, en un último intento, decide ligar a Kluger para conseguir la clemencia y la libertad…


-Dame una oportunidad.¿Quién desea al que queda en segundo lugar? Añade hablando de Tony. Kluger la tira al suelo
La escena, violenta y sensual, contrasta con el plan siguiente, que nos aclara sobre las intenciones del guionista y de Feist: la ironía cuando se trata de la sociedad establecida en sus miedos y necesidad de seguridad potenciada por los medios de comunicación. Este plan que se opone a la imagen de Carol y Red Kluger es un grupo de mujeres haciendo punto en un salón con sus cortinas de volantes y hablando de pañales y del niño que va a nacer: ¡Dexter! Pero la escena tiene su sentido por supuesto en tanta violencia desencadenada… Carol, calor, cervezas, balas que se quitan de las pistolas, pistolas que se pasan de unos a otros u otra… Habrá todavía más disparos, bofetadas, sillas rotas en la cabeza de Ray que ha olvidado su fractura de costilla y empieza a andar por los tejados… Felix Feist nos regala unos travelings y unos encuadres que dan vértigo.



Una trama simple dicen algunos. Eso no es cine negro dicen otros… ¿Qué quieren más?  Con un potencial de violencia:   contenida por parte de los personajes que intentan sacar provecho,  pactando con este diablo de Kluger que les retienen;  declarada tanto por parte de los criminales – que no tienen ningún reparo para sacar sus pulsiones – como de sus víctimas cuando luchan por su supervivencia, la caracterización de todos ellos está justo desdibujada, limitada a lo esencial,  dando más fuerza a los hechos.

Michael O’Shea (Ray Williams) y Frank Conroy (fiscal MacDonald)



 Felix Feist consigue crear una falsa oposición entre “buenos” y “malos”: contrasta los personajes y las situaciones. Pasea al fiscal y al policía protagonista esposados y a veces en posición que les ridiculiza (por ejemplo, el poco carismático policía Ray llega a dar las gracias a Carol en el momento de arrestarla). Pone de relieve la fuerza del liderazgo: la de Red Kluger que realiza una interpretación memorable, provocando en el espectador una cierta empatía o, sino una risa (a veces nerviosa) frente a sus actuaciones exageradas pero que caracteriza la fuerza bruta que no conoce el miedo ni la inseguridad; por contraste,  la fuerza de liderazgo de las instituciones y los medias que instilan el miedo en una población que quiere estar asegurada. Esta representación por Feist de la sociedad estadounidense en estos años de posguerra es sólo un elemento más de una obra que actúa como un fuerte puñetazo en el arte cinematográfico.   La música, la fotografía y la dirección artística… se encuentran en mano de los buenos empleados de la RKO.



¡Ah, algo más después de tanto derroche de testosteronas! Las mujeres: Ann resuelve parte del problema (Ray), Carol, la otra (Kluger). Entonces, se aclaran las cosas sobre el contraste entre los “buenos” y los “malos”, la brusca oposición entre los planos sucesivos de la cabaña con la escena sensual Carol-Kluger y de la casa de Ann con mujeres hablando de pañales, la mirada de Ann a Ray cuando se marcha de casa, la mirada de Carol cuando decide resolver con revólver. Lo que parecía ser un contraste entre los dos polos de la sociedad  era al contrario una similitud que Felix Feist escenificaba: a la dominación y el liderazgo necesarios en los dos polos sociales habitados por seres que lo piden, se añade la similitud de la acción de mujeres cuando luchan por la supervivencia y la paz mientras los hombres se lanzan en la guerra y la competitividad.
Blogs de memento
individuo y sociedad   cine negro                 Más de memento