10.7.14

"Somewhere in the night"-Joseph L.Mankiewicz



Solo en la noche 1946

  Director: Joseph L.Mankiewicz    Somewhere in the night 
  
Guión:  Howard Dimsdale- Joseph Mankiewicz / relato: Marvin Borowsky adaptada por Lee Strasberg y Somerset Maugham 

  Música: David Buttolph   

Fotografía:  Norbert Brodine   

Montaje:  James B.Clark    

Producción: Anderson Lawler.Darryl Zanuck-20thCentury Fox

Actores (ver filmografías en el blog):




 
John Hodiak es George W. Taylor

    Nos encontramos en la prehistoria de Johnny coge su fusil o más bien del Memento de Chris Nolan, aunque aquí se trata de un amnésico: no tiene la memoria pez del protagonista de Memento que necesitaba escribirlo todo, sino que tiene la carta de una mujer llena de odio, una dirección y un nombre, (¿el suyo?  ¿un amigo? ¿un enemigo?), en un hospital militar de vuelta de la guerra contra Japón (ver algunos detalles sobre la guerra, por ejemplo la comida en el restaurante…). En el hospital, lo llamaron George Taylor y ahora va a Los Angeles para intentar reconstituir su pasado. Como busca con estos datos a un cierto Larry Cravat, se le echaran todos encima. Dinero de nazis,  esfumado como la memoria de George, un adivinador, el hampa con su sede en un bar,  unos baños turcos…
La investigación de George pasa por John el barman,
Whit Bissell es John el camarero un familiar de los segundarios en el cine negro

   
…por el empleado del baño turco,
Harry Morgan es el empleado de los Baños

  
…y por Christy, una cantante que se agarrará a George.
Nancy Guild es Christy Smith graba la canción que canta en esta película: “In the middle of nowhere”-  empieza en Hollywood con Somewhere in the night  y después trabaja esencialmente para la TV


Ésta le presenta a Mel Phyllis,… que a su vez le presenta a Kendall
Lloyd Nolan es el teniente de policía Donald Kendall  Richard Conte es Mel Phillips 


 Kandall le manda a Anzelmo,  el Dr Oracle,…
Fritz Kortner es Anzelmo - Dr. Oracle aquí con  Lou Nova (Hubert)

  
Fritz Kortner: huyendo del nazismo, rueda en los EEUU The Hitler Gang (John Farrow-1944) antes de entrar en el cine negro con Somewhere in the night (Solo en la noche -Joseph L.Mankiewicz-1946), Berlin Express (Jacques Tourneur-1948),
Lou Nova: este antiguo boxeador empieza en el cine negro con Somewhere in the night  y sigue con Where the sidewalk ends (Al borde del peligro-Otto Preminger-1950), World for Ransom (Robert Aldrich-1954)
 George Taylor se encuentra  después con Elisabeth Conroy y su hermano.
Josephine Hutchinson es Elizabeth Conroy

  
De paso, tiene un extraño encuentro con Phyllis, novia de Hubert
 Margo Woode es Phyllis;  acaba de rodar The Spider (Robert Webb-1945) con Richard Conte



 Así George Taylor se entera de que Larry Cravat es un detective acusado de asesinato. El recorrido de George Taylor se sembrará de algunos muertos por el camino.  A primera vista, parece que Mankiewicz trata el tema de la investigación con una forma clásica,  aunque muy entretenida, como la puede llevar Cromwell con Humphrey Bogart   en Dead Reckoning (Callejón sin salida).


   John Hodiak es necesariamente el protagonista absoluto, tomando en cuenta la temática: a primera vista, también, él parece poco convincente –pero  se le perdona, por  su condición de militar amnésico –. En cuanto a los demás actores: Nancy Guild,  clásica pero excelente, Nolan y Conte como siempre. El ambiente negro está conseguido,  apoyado por la música y sobre todo la foto… y la voz en off de John Ireland.


  Sin embargo conviene examinar todo eso más de cerca: en el mismo año que su primera película Dragonwyck (con Gene Tierney y Vincent Price)  y antes de Backfire (con Richard Conte y John Ireland), Joseph L.Mankiewicz rueda esta película. Somewhere in the night es una adaptación de un relato de Marvin Borowsky por Lee Strasberg en colaboración con Somerset Maugham.  El propio Mankiewicz y Howard Dimsdale escriben el guión final para crear una atmósfera que transmite la pérdida de referencias por parte del protagonista. La utilización de la cámara subjetiva que intensifica la identificación necesaria del espectador con George Taylor, parece convencional pero no lo es (lo veremos más adelante);  la presencia de personajes extraños como el Doctor Oracle (el actor alemán Fritz Kortner), la actuación enigmática y distanciada de Nancy Guild en este primer papel de cantante-pianista… son unos elementos que traducen perfectamente el título del relato de Borowsky, “The lonely journey”, un viaje solitario del amnésico, perdido en alguna parte, o en ninguna, en la noche, un viaje onírico. Notamos que al año siguiente la película se adaptó como obra radiofónica con el mismo protagonista John Hodiak y, en el papel de Christy, Lynn Bari que vimos en Nocturne (de Edward L.Marin) con George Raft.


  Aunque Somewhere in the night es una película menor y pocas veces citada en su filmografía, Mankiewicz demuestra ya – antes de sus obras principales en el género: House of strangers (Odio entre hermanos-1949), Five Fingers (Operación Ciceron-1952) – su capacidad para conseguir que se forme una imagen coherente y sintética a partir de la fusión de dos géneros, el cine negro y el psicológico. En cuanto a la narración, este acompañamiento del protagonista en una encrucijada de eventos prefigura la de James Mason en Five Fingers con este mismo ritmo sostenido por la música.  Sin embargo,  David Buttolph no consigue la fuerza interpretativa que Bernard Herman sabe dar a algunas escenas de persecución memorables en la película de 1952.   En la América de posguerra, la reconstrucción de la memoria del amnésico puede parecer una metáfora: la distorsión visual de este soldado, tumbado en una cama de un hospital, cerebro encerrado en un interior hecho de caos y ruidos, sin poder hablar a un mundo exterior borroso,  se transforma a lo largo de la película en una reconstrucción (o más bien en el inicio) de una nueva etapa (la de los Estados Unidos) en la que el dinero de los fascistas vencidos pone en marcha una máquina de guerra económica.  El verdadero perdedor es el ciudadano,  pobre amnésico que busca la vuelta al pasado. Más allá de la realización de una película que se incorpora perfectamente al género negro,  el director refleja el desconcierto de una época confusa que tiene su referencia en las huellas de la guerra.



  Pero… conviene ahondar todavía más en esta segunda entrega de Mankiewicz. El director pone en marcha su propia máquina del tiempo que encontrará su pleno rendimiento con Eva al desnudo, De repente el verano pasado y otras grandes realizaciones: los flashbacks, las voces en off, los entrelazamientos del tiempo de la memoria entre unos personajes que manifiestan unos sentimientos profundamente distintos los unos hacia los otros… Lo que Gilles Deleuze llama, en Imagen-tiempo: “las bifurcaciones del tiempo” en Mankiewicz. Somewhere in the night anuncia estas características de las obras futuras del director. Pero, su originalidad es que aquí no hay flash-back posible ni imagen de un recuerdo; el peso del pasado que los justifica se ha esfumado, la pantalla de los recuerdos es un fundido en negro. Encontramos ya este doble carácter de su futura obra cinematográfica del que habla Deleuze: lo novelesco y lo teatral. Novelesco porque la novela interroga: ¿qué ha pasado?, leitmotiv para el protagonista amnésico. Teatral porque este recorrido angustioso que conduce al protagonista de un decorado a otro, de un encuentro a otro, unos diálogos con preguntas y respuestas: preguntas del amnésico y respuestas por parte de una serie de personajes que crean la bifurcación sin flash-back ni imagen-recuerdo: es el teatro de la construcción de una memoria improbable de más y más voces discordantes. Imágenes ópticas y sobre todo sonoras –es particularmente notable la elección de la voz en off en la primera secuencia en el hospital: cuando el protagonista sale del coma, pasamos inmediatamente en cámara subjetiva y oímos la voz en off de John Ireland que empieza a preguntarse ¿qué ha pasado? Esta sustitución de la voz del actor protagonista, John Hodiak define la frontera entre el pasado definitivamente perdido y el nacimiento de una nueva memoria. Tenemos aquí un interesante detalle de la “máquina del tiempo” de Mankiewicz.

Cámara subjetiva: Notamos la aparición de John Kellogg en la primera secuencia en el Hospital.… y la voz en off de John Ireland



El relato se desvela lentamente como una cinta de sueños, una película, un extraño y único flash-back: eso sí,  sin flash,  pero que activa la imaginación a falta de actualizar las imágenes del recuerdo. Así se va reconstruyendo esta posible memoria: cuando una bifurcación se está evidenciando,  otra la borra… Mientras el protagonista construye su nueva memoria con los eventos que están pasando;  George es el acontecimiento: “en vez de una memoria constituida como función del pasado que traslada un relato, asistimos al nacimiento de la memoria como función del futuro que retiene lo que está pasando para que sea el objeto venidero de otra memoria” escribe Deleuze a propósito de la obra del director, en su Imagen-tiempo.      
George libra su propia guerra psicológica: en busca de su verdadera naturaleza que ya no es suya, enfrentado a la representación de un pasado posible que ya no le pertenece y al que no se puede identificar, George vislumbra su devenir en un espacio-tiempo paralelo a una  realidad que se actualiza  poco a poco con la ayuda de Christy. Seguimos paso a paso la construcción de una nueva memoria, la del presente, a partir del relato que se está contando con un carácter novelesco en un presente teatral tal como aparece en los sucesivos diálogos. Una nueva memoria que observa y circula entre las bifurcaciones que se presentan: la imaginación construye un más allá, algo fuera del campo de la cámara. Aunque Deleuze no analiza ni cita esta película, conviene notar que Somewhere in the night ofrece un excelente ejemplo de Imagen-tiempo cuando, a propósito del “reconocimiento atento” que supone esta relación con la propia memoria,  escribe: “el reconocimiento atento da la correlación justa de la imagen óptica y sonora: no es la imagen-recuerdo lo  que puede darlo sino más bien los trastornos de la memoria y los fracasos del reconocimiento”. Todo el arte de Mankiewicz consiste en poder narrar con la imagen cinematográfica la evolución de unos personajes que hacen el evento, que ellos mismos son  acontecimientos. Así que, detrás de esta primera impresión de una obra aparentemente menor con un final que se sale por peteneras y deja un sabor de buen divertimiento, surge una obra que abre la puerta al arte cinematográfico  –ya señalado por Dragonwick – de un futuro gran director.


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