17.4.14

"The strange woman"-Edgar G.Ulmer


Extraña mujer  (La) 1946 
Director: Edgar G. Ulmer      
Guión:   Herb Meadow-Hunt Stromberg-E.G.Ulmer  / Bern Ames Williams (novela)
Música: Carmen Dragon 
Fotografía: Lucien Andriot 
Montaje: John Foley 
Productores: Jack  Chertok y Eugen Schüfftan / Productores ejecutivos: Hedy Lamarr y Hunt Stromberg - United Artists

Actores:









Hedy Lamarr, George Sanders y Gene Lockhart, en el fondo: Hillary Brooke


Hedy Lamarr es Jenny Hager Filmografía cine negro: Crossroads (Jack Conway-1942) y, después de White Cargo (Richard Thorpe-1942), Experiment Perilous (Noche en el alma-Jacques Tourneur-1944), The strange woman (Edgar G.Ulmer-1946), otro thriller: Dishonored Lady (Pasión que redime-Robert Stevenson-1947) y, después de Sanson y Dalila, A lady without passport (Jopseh H.Lewis-1950),

George Sanders es John Evered Filmografía cine negro: Después de Confessions of a Nazi Spy (Anatole Litvak-1939) con Edward G.Robinson, Rebecca y Foreign Correspondent de Hitchcock en 1949,  la serie de los Falcon con Irving Reis en 1941-42,  Almas en la sombra (W.S.Van Dyke-1941), Man Hunt (El hombre atrapado-Fritz Lang-1941), El retrato de Dorian Gray (Albert Lewin-1945), Sanders trabaja para el cine negro a partir de Uncle Harry (Pesadilla-Robert Siodmak-1945), The strange woman (Edgar G.Ulmer-1946), Lured (El asesino poeta-Douglas Sirk-1947),Witness to murder (El único testigo-Roy Rowland-1954), While the city sleeps (Mientras Nueva York duerme-Fritz Lang-1956),

Hijo y Padre: Louis Hayward y Gene Lockhart



Louis Hayward es Ephraim Poster (ver Filmografía cine negro en el Blog)

Gene Lockhart es Isaiah Poster Filmografía cine negro: Hangmen aslo die (Los verdugos también mueren-Fritz Lang-1943), The house on 92nd Street (La casa de la calle 92-Henry Hathaway-1945), Leave her to heaven (Que el cielo la juzgue-John M.Stahl-1945), The strange woman (Edgar G.Ulmer-1946), Red light (Roy del Ruth-1949),

Hillary Brooke es Meg Saladine Filmografía cine negro: Después de Dr Jekyll and Mr Hyde (Victor Fleming-1941), ministery of fear (El ministerio del miedo-Fritz Lang-11944), Strange inpersonation (Extrtaña interpretación-Anthony Mann-1946), The strange woman (Edgar G.Ulmer-1946), la serie de los Big Town (William Thomas-1947-48), Unmasked (George Blair-1950), y unos cuantos thrillers como Alimony, Bodyhold, The man who now too much (Hitchcock)...


Alan Napier es el Juez Henry Saladine Filmografía cine negro: después de Cat people (Jacques Tourneur-1942), Lost Angel (Roy Rowland-1943), Pasión salvaje (Alfred Santell-1944 con William Bendix y Suzan Hayward) empieza en el cine negro con Ministery of Fear (El ministerio del miedo-Fritz Lang-1944), Dark Waters (Aguas turbias-André de Toth-1944), Three strangers (Jean Negulesco-1946), The strange woman (Edgar G.Ulmer-1946),  Ivy (Abismos-Sam Wood-1947), Lured (El asesino poeta-Douglas Sirk-1947), Manhandled (Lewis R.Foster-1949), Criss Cross (El abrazo de la muerte-Robert Siodmak-1949),

Moroni Olsen es el reverendo  Thatcher (Ver Filmografía Cine negro en este Blog)



Un extraño enlace
La burguesía de Bangor en el templo



El cine negro es un género que lo contamina todo” dice el cineasta francés Alain Corneau: The strange woman se desarrolla en una pequeña ciudad del Estado del Maine en el siglo XIX –una ambientación sorprendente para una película negra… pero Anthony Mann también consiguió un buen cine negro filmando la revolución francesa en Reign of terror y acabamos de seguir a Fritz Lang hasta la época victoriana con un fantástico suspense al borde de un río con House by the River–. Si nos paramos en ésta última película, encontramos más elementos que nos permiten enlazarla con The strange woman: el primero es, por supuesto, la presencia del actor Louis Hayward, aquí también en un papel de asesino atormentado –lo vimos también en Ruthless (Traición-1948) del mismo Edgar G.Ulmer. Pero el otro dato es más interesante en la medida en que concierne a la trayectoria y la personalidad de la actriz protagonista: el compositor de la música de House by the River es George Antheil,  que tiene una considerable filmografía (ver su  filmografía cine negro en este Blog). Antheil y Hedy Lamarr colaboraron en unas investigaciones científicas que les ha conducido al descubrimiento de una técnica relacionada con las telecomunicaciones,  abriendo así el camino hacia la transmisión de bancos de datos sin cables, a la wi-fi y al Blue Tooth. Lamarr fue galardonada en 1997 por la Fundación Electronic Frontier (Antheil murió en 1959). El invento representaba el encuentro de dos experiencias. Por una parte, tenemos la experiencia musical – Antheil, influenciado por sus años de trabajo de investigación sobre la música en Europa, facilitados por sus orígenes alemanes, había trabajado en un programa de control automatizado de instrumentos de música para la película experimental Ballet Mécanique sobre Fernand Léger –. Por otra parte, está la experiencia que su vida novelesca ofreció a Hedy Lamarr, a saber,  su matrimonio con un rico industrial de armamentos,  comprometido con los regímenes de Mussolini e Hitler, lo que le permite tener conocimientos sobre material de guerra, control remoto, etc., útiles en su colaboración con Antheil, ya que la investigación estaba enfocada hacia la venta de la patente al ejercito estadounidense durante la guerra mundial.

Hedy Lamarr en Ecstasy

Nacida en Viena, de familia judía,  Hedy Lamarr empieza una carrera teatral con Reinhardt en Berlín y se vuelve famosa con la película Ecstasy de Gustav Machatys en 1933 por un primer plano  sobre su cara en un orgasmo, y algunas escenas en las que aparece desnuda nadando o corriendo en un bosque –quizás este mismo bosque donde su hijo esparcirá sus cenizas a su muerte en 2000. Este primer matrimonio en la Europa fascista (habrá cinco más en los EEUU), fue un fracaso según sus memorias Ecstasy and me: frente al poder de dominación de su rico marido, decide huir, primero a Francia, luego a Londres donde el encuentro con Louis Mayer le abre las puertas de la MGM –la actriz consiguió la nacionalidad estadounidense sólo en 1953, 15 años después de su llegada en la Tierra Prometida – la recordamos en A lady without Passport (Mujer sin pasaporte-Joseph H.Lewis-1950) en inmigrante judía refugiada en Cuba–.


Pero, Hedy Lamarr es la encarnación de “lo posible”: sale de la Metro y, 3 años antes de visitar los estudios de la Paramount por un encuentro memorable con  la palestina Dalilah , el judío Samson y el antisemita Cecille B.DeMille en 1949, decide producir ella misma sus propias películas y contacta con Edgar G.Ulmer, éste otro inmigrante judío checo, especialista en películas étnicas y series B. Al finalizar su contrato con la Producers Releasing Corporation, una productora famosa en Hollywood por los pequeños presupuestos de sus películas – Bluebeard y Detour marcan la carrera de Ulmer con esta productora –el director acepta el proyecto de Lamarr. La actriz,  que quiere interpretar el papel de Jenny caracterizado en la novela de  Bern Ames Williams, se asocia con otro tránsfugo de la MGM, Hunt Stromberg, para ser los productores ejecutivos de una producción dirigida por Jack  Chertok y el famoso fotógrafo Eugen Schüfftan que tiene una filmografía impresionante.

¿Ángel o Demonio?


Podemos leer en el cartel esta frase del predicador: 
Los labios de la mujer extraña chorrean miel 
Y su boca es más suave que el aceite 
Pero su final es amargo como el ajenjo 
Y afilado como una espada de doble filo


Si la traducción del título  del excelente film negro de Otto Preminger, Fallen Angel, por ¿Ángel o Demonio? no ha sido muy apropiada,  convendría perfectamente a The strange woman.

La joven Jenny utiliza su gran belleza y su inmensa capacidad para manipular a los hombres. Decide salir del medio donde se ha criado, pobre y con un padre alcohólico y se casa con un rico negociante que explota la madera de los bosques de la región. El melodrama está servido. Pero, Edgar Ulmer pasa por aquí y quita el proyecto a Douglas Sirk que solo ha filmado a Jenny pequeña; no tendrá el gran placer de dirigir a la “mujer más guapa de Hollywood” –menos algunas escenas en la última parte.


Así que, con Ulmer, nosotros tenemos la suerte de acompañar a Heddy Lamarr en lo que ya no es un melodrama sino un buen cine negro de presupuesto ni lo bastante bajo como para pasar del decorado ni lo bastante alto como para ofrecernos un nuevo “Lo que el viento…”. La actriz demuestra que,  en la interpretación cinematográfica, sabe utilizar  la capacidad científica que ha tenido para su invento de saltos de frecuencias. Con Douglas Sirk, la niña Jenny es capaz de torturar al niño Ephraim Poster manteniendo su cabeza debajo del agua y de hacer recaer la responsabilidad sobre los demás niños, apareciendo como la salvadora de su compañero de juego. Con Edgar G.Ulmer, después de esta introducción sobre las travesuras infantiles, la bella Jenny pone en práctica el mismo juego con los hombres, empujada por una rabia que, por supuesto, es el resultado de una mala crianza. Pero sería demasiado limitado verlo así: el personaje es complejo, torturado. Por supuesto Jenny sueña con una vida que le permita realizar sus ambiciones: ser rica, pero ante todo quiere sentirse considerada en  la pequeña ciudad de Bangor. Si se casa con el rico  Isaiah Poster, es en parte para ayudar a los pobres y algunas prostitutas,  amigas de la niñez. Jenny anticipa los grandes movimientos feministas en su defensa de la mujer maltratada y dominada.


Desde lo alto de su nueva clase social, la bestia que dormía tanto tiempo sepultada en el pasado, puede estallar frente a la hipocresía de los valores morales de la pequeña comunidad rural en la que los hombres pueden dominar y arreglarse entre ellos a costa del dolor de las mujeres.  ¿Femme fatale o fatal sociedad?  Isaiah es mayor y responde fácilmente a las necesidades y exigencias de su mujer Jenny. Pero cuando aparece su hijo Ephraim, el niño torturado por la pequeña Jenny, las pulsiones estallan. Hedy Lamarr se apodera de su personaje: su parte oscura le va dando más relieve, transforma  la expresión de su cara, sus gestos. Con una asombrosa facilidad, pasa del capricho a la autoridad y la manipulación,  de la dulzura de la mujer atenta, a la cabecera de un marido enfermo, a la firmeza y la malicia cuando se trata de convencer a Ephraim de acabar con esta situación de Fedra e Hipólito…  hasta  que llega a la madurez del amor con John Evered. ¡Qué importa si John es el novio de su amiga Meg, si Ephraim se pierde en la locura después del parricidio! La mujer, la femme, fatal para los hombres, sembrando la desdicha de los machos, es estéril cuando se trata de fecundar una nueva vida al lado del hombre que ama. Su capacidad calculadora tiene límites, el amor y los celos acabaran dominándola. Sin llegar a la violencia de la novela de Bern Ames Williams , el impacto narrativo del melodrama, ya bastante fuerte,  se transforma, por la magia de Edgar Ulmer, en un libro de imágenes, en fotogramas de buen cine negro tanto en  las secuencias intimas como en los exteriores: espectaculares, de día, en la bajada de los barcos en los rápidos o inquietantes, de noche, en la escena de borrachera y violencia de los leñadores o en el incendio.  La calidad de los actores tanto protagonistas (muy famosos en la época) como secundarios se ve claramente arropada por la dirección y la fotografía.


Al lado de Louis Hayward que, con las películas  negras tratadas en este Blog y anteriormente citadas, ofrece una buena contribución al género, George Sanders que aparece en el último tercio de la obra demuestra, como en Uncle Harry (Pesadilla- Robert Siodmak-1945), que sus talentos de actor le permiten variar sorprendentemente su registro.


Pero Hedy Lamarr conduce la película al lado de Ulmer y supera la fama de la “escandalosa y guapa mujer de Ecstasy” con la mejor interpretación de su carrera. Notamos también la dirección artística de Nicholas remisoff que trabajó en el cine negro:  Guest in the house (Semilla de odio-John Brahm / André de Toth-1944), The big night (Joseph Losey-1951), Please murder me (Peter Godfrey-1956). Aprovechando un presupuesto más confortable que en el pasado, Ulmer sabe  utilizarlo  con inteligencia y mantiene el  ritmo seco que le caracteriza y que,  como en Detour o Bluebeard,  responde a la temática de la fuerza del destino.


Blogs de memento

individuo y sociedad                  cine negro         Más de memento