21.1.14

"The file on Thelma Jordon"-Robert Siodmak









Inicio / Robert Siodmak
The file on Thelma Jordon 1950



Director: Robert Siodmak


Guión:  Ketti Frings / Marty Holland (relato)   
Música:  Victor Young  
Fotogrfía:  George Barnes  
Montaje: Warren Low  
Productor:  Hal B.Wallis (Paramount)
Actores:
Barbara Stanwyck es Thelma Jordon (ver Filmografía cine negro)
  Wendell Corey es Cleve Marshall   
Paul Kelly es el inspector Miles Scott (que acaba de rodar Crossfire de Edward Dmitryk)  
Joan Tetzel es Pamela Marshall (ha trabajado en The Paradine Case de Hitchcock en 1947)  
Gertrude W. Hoffmann es Aunt Vera Edwards











Confusión de noche


Las primeras secuencias tienen  un ambiente de romance que huele a melodrama. ¿Quiénes son estos amantes que se ven de noche, huyendo de los demás, citándose en lugares apartados?  Cleve Marshall, asistente del fiscal, está borracho. Tiene claro que esta noche de cumpleaños de boda, va a pasar de la familia: su mujer y sus hijos pueden esperar, se quedará aquí, en el despacho de su amigo el inspector Scott; no irá a casa mientras sus suegros sigan imponiendo su presencia a cada evento, mientras su mujer siga siendo esta niña de papá, mientras no se le eche cuenta. Su autoestima se encuentra en los suelos y el whisky le ayuda a no hundirse del todo en un mar de lágrimas...  cuando entra Thelma.






La confusión ahora es total: para este ingenuo de Cleve,  es el flechazo, por fin una alma gemela con quien vencer la soledad. Sin embargo, Cleve quiere a su mujer y a sus hijos.


¿Y qué pasa con Thelma? Ella  descubre el amor, una estabilidad posible, pero el pasado la persigue. Thelma también está confusa: no tiene más remedio que seguir a Tony con quien ha montado un plan que acaba con la vida de su tía y la deja como única heredera.






Su complicidad la ata, cae bajo la dominación del antiguo amante fácilmente, sin voluntad para romper, resistir, como si tuviese que llevar el peso del pasado, de la culpa de una vida que no quería pero que se había impuesto. Cleeve ha despertado en ella su otra personalidad, su capacidad para amar, pero es tarde. Está frente al abismo. Hace tiempo ya que los seguimos en nuevas secuencias donde ya no se esconden de los demás, están bajo las luces de los focos de los periódicos.  Les rodean los demás: el inspector Scott, la familia de Cleve, el juez, el público, la prensa… y el siniestro Tony.





Acción de día


¿Cómo explicar que Cleve pueda pasar de la confusión de los sentimientos a la determinación cuando se trata de actuar y tomar decisiones? Ayudará a Thelma,  pase lo que pase,  dispuesto a sacrificarlo todo, familia, profesión. Al azar del encuentro sucede la casualidad: el fiscal se retira y deja el caso a Cleve. ¿Casualidad? Cleve se transforma en el señor X, que organiza la acusación de Thelma de tal manera que sea la defensa la que gane. Eso da a las secuencias del juicio un tono original sin suspense pero con una potencialidad de las relaciones entre los amantes determinante para lo que va a pasar.






Notamos la fuerza de la dirección de Siodmak para crear un clímax en la secuencia de la sentencia que puede haber inspirado a Hitchcock en la escena del juicio de Montgomery Clift en I confess en 1953.  Un largo travelling de la cámara sigue a Thelma Jordon de la salida de la cárcel hasta la entrada en el juzgado con un crescendo musical que acompaña una multitud que sigue el ritmo marcial de Thelma Jordon.






Barbara Stanwick  asume su papel como pocos actores saben hacerlo: está en la cima donde se quedará con Clash by night de Fritz Lang sin hablar de sus inolvidables actuaciones en otros géneros –recordamos aquí a Forty Guns de Sam Fuller. El punto final lo marcará también ella en una escena de antología que nos enseña la expresión de su cara cuando decide fríamente dar el salto al abismo. Con el mechero eléctrico, ataca al hombre que obstaculizó su descubrimiento del amor. A pesar de todo, el crimen era perfecto…


A la originalidad y la fuerza de sus dos obras maestras que son The Killers y Phantom Lady, Robert Siodmak ha añadido dos obras más clásicas en su dirección como lo son  Cry of the City y este Thelma Jordon; clásico también con el tema de la femme fatale que Stanwick encarnó en Double Indemnity de Billy Wilder, su primer papel en el cine negro, y, más tarde, Martha Ivers de Millestone. El guión de  Ketti Frings adaptado del relato de Marty Hollandc, trabaja el problema del doble, de una posible esquizofrenia, como en Laura del mismo autor. La historia presenta una perspectiva  crítica sobre la moral de la sociedad estadounidense con la que pocas películas intentaron enfrentarse –pensamos por ejemplo en esta acusación cínica que lanza Dick Powell en Pitfall sobre el núcleo familial tradicional. El mérito del equipo de Siodmak, y particularmente de Wendell Corey, reside en la caracterización de Cleve Marshall, presentada con pinceladas muy acertadas desde las primeras secuencias. La substancia de las situaciones más convencionales se encuentra  así plenamente enriquecida. La música de Victor Young y la fotografía de George Barnes que trabaja la toma de noche con maestría añaden dos talentos a una obra  que figura entre las mejores en la década de 1950. 




Es curioso como una bufanda puede cargarlo todo dirá al final el inspector Scott





Blogs de memento
individuo y sociedad                  cine negro         Más de memento