31.10.13

"Sweet Smell of Success" (1)-Alexander Mackendrick


Chantaje en Broadway 1957   Sweet smell of success (1)


Dirección: Alexander Mackendrick

Guión: Clifford Odets-Ernest Lehman

Música: Elmer Bernstein y el quinteto de Chico Hamilton

Fotografía: James Wong Howe

Producción: James Hill hace un cameo en la película (a la salida del Teatro)-Harold Hecht funda la Productora con Burt Lancaster. Tony Curtis participa en la producción.
Actores:



Burt Lancaster es JJ Hunsecker


Tony Curtis es Sidney Falco

Susan Harrison es Susan Hunsecker

Martin Milner es Steve Dallas

Una obra maestra del cine negro, una crítica del poder de los mass medias: después de rodar el famoso The Ladykillers (El quinteto de la muerte-1955) en su país, el británico Alexander Mackendrick firma su primera película en los EEUU Con Sweet Smell of Success,  Alexander Mackendrick nos ofrece una pintura sin complacencia del periodismo relacionado con el mundo del espectáculo de Nueva York, una zambullida nocturna en el corazón de Broadway con sus tiburones y sus peces pilotos, sus éxitos efímeros, su corrupción generalizada.
JJ tiende su cigarro a Falco:  ¡Enciéndelo!
-No tan bajo, JJ,  contesta falco.
Unos periodistas husmean en los clubs y bares donde fermentan los escándalos y las noticias del día sobre el mundillo de la fama: actores, músicos,  políticos, agentes de prensa y sus clientes desfilan en la pantalla y rodean a los protagonistas, Lancaster y Curtis, ellos mismos enzarzados en una lucha envenenada de la cual ninguno saldrá indemne. Como dice Martín Scorcese: « Sweet smell of success es una película clave, la primera que consigue transmitir esta brutalidad emocional del mundo del show business. Esta acidez que hay en la relación entre Lancaster y Curtis existe todavía,  aunque ahora las cosas son un poco más refinadas». 


El título original, este dulce perfume del éxito, refleja la ambición, la sed de poder de unos, la lucha de otros para conseguir un lugar en el sol, en un ambiente, un “perfume”, de clubs de jazz con sus salones traseros donde J:J: Hunsecker prepara su columna mundana, “The eye of Broadway” en el  New York Globe. JJ es un editorialista altanero, sin escrúpulos, capaz de destrozar o doblegar al otro para afirmar su poder. Puede revelar y conducir a la celebridad como puede hundir a los individuos que utilizan sus servicios.


Sus sentimientos hacia su joven hermana Susan están hechos de pasión posesiva, ambigua, obsesiva, de celos que hacen sospechar una relación incestuosa,  introvertida o real. Por supuesto, no puede aceptar la decisión de Susan de casarse con Steve Dallas. Este es guitarrista en la orquesta de jazz del club de Frank d’Angelo, tío de Sidney Falco, agente de prensa. Si Falco tampoco tiene escrúpulos, su admiración hacia JJ, la envidia de su posición social,  su falta de dignidad le conducen a elaborar estrategias de manipulaciones, presionando a los más débiles y doblegándose frente al más fuerte para aumentar su clientela y tener más peso en el gremio periodístico.
Cuando JJ le ordena inmiscuirse en la relación entre Susan y Steve, espiarlos, comprometer a Steve para destruir su carrera, es capaz de pasarse para satisfacer la sed de poder de JJ, Su precio está fijado:   dar más entradas a la columna de JJ para las noticias que promocionan a sus  clientes,… para las calumnias y los rumores que va pescando en la sociedad del espectáculo de Broadway.


La ambición, la sed de poder, la  competición cínica entre JJ y Falco, la sensación de trampas a unos y otros que no paran de ponerse en pie y deshacerse, la violencia psicológica de las relaciones ambiguas de JJ con su hermana, de Falco con JJ, los policías corruptos, las pinceladas sobre el estado político de la ciudad de Nueva York, forman un conjunto envuelto en un ambiente de jazz nocturno, claustrofóbico que hace de Sweet Smell of Success un gran momento de  cine negro original. El más negro de los personajes es seguramente Falco.


Manipulado sin darse cuenta, cegado por su papel de personaje importante, hiperactivo que se ha atribuido, está dispuesto a todo para ser reconocido por JJ: recibir golpes pero también prostituir a su amante con un periodista para conseguir la publicación de un artículo suyo en un periódico. Siempre bajo tensión en este juego de la traición y de la supervivencia, Falco programa su autodestrucción y se pierde en este mundo envenenado por el afán de unos instantes de fama, después de recibir una paliza por parte de un policía corrupto.


En cuanto a JJ, éste monolito sobrio e inquietante, impresionante fuerza tranquila, sabe mantener su estatuto hasta el final y sus escritos, sus juicios y consejos seguirán cargados de veneno. Pero el pajarito que tenía enjaulado se libera, su mundo afectivo se derrumba, su soledad le llevará a perder lo poco de humanidad que le quedaba. La silenciosa, enigmática Susan, por su parte, conseguirá evadirse del mundo masculino dominante y posesivo al que estos dos hombres la habían sometido, negándole su propia individualidad. ¿Podrá el guitarrista Steve Dallas ser un antídoto para regenerarla?


El equipo
Toni Curtis interpreta aquí lo que es probablemente el mejor papel de su carrera con esta única participación en el cine negro –no olvidemos sin embargo su corta aparición en Criss Cross (El abrazo de la muerte-Robert Siodmak) bailando con Yvonne de Carlo. Tanto él como Burt Lancaster sorprenden en la caracterización de sus personajes, muy alejados de los de sus filmografías respectivas.
El relato de Ernest Lehmann (guionista de Sabrina, El rey y yo, West side story, Sonrisas y lagrimas, ¿Quién teme a Virginia Woolf?...) fue publicado para el Cosmopolitan con el título “Tell me about it tomorrow”, en realidad un panfleto sobre la influencia del muy controvertido periodista Walter Winchell, famoso por su columna “On Broadway” en el New York Daily Mirror, y amigo de Edgar Hoover, jefe del FBI, y que apoyó a Mac Carthy en la época negra de los EEUU. La productora de Burt Lancaster, Hecht-Hill—Lancaster compró los derechos con la idea de ofrecer el guión y la dirección a Lehmann. Este proyecto no se realizó y el guión pasó a manos de Clifford Odets y la dirección de Manckendrick. Tanto el director como Lehmann participaron a la redacción del guión. Según Mackendrick, Clifford Odets, tardó más de la cuenta en elaborar el guión definitivo, “reestructuró el texto, secuencia por secuencia, trabajando las relaciones entre los personajes de manera más complejas para aumentar la tensión y la dramatización”.


Los músicos de jazz del Chico Hamilton quintet, el bajo Fred Katz y el batería Chico Hamilton que tocan en el club habían escrito la banda musical pero la producción eligió a Elmer Bernstein (Los diez mandamientos y El hombre del brazo de oro).
Si los diálogos son excelentes, es probablemente la participación de James Wong Howe  lo que da a la película su sello “negro”. El director de fotografía da esta fuerza necesaria a la ambientación nocturna, al rodaje de las escenas en exteriores fuera de las limitaciones de los estudios con un blanco y negro elegante que privilegia los claros-oscuros y la limitación del brillo, lo que ilustra perfectamente esta narrativa paranoica. La relación con la productora no fue fácil para Mackendrick. Se le reprochaba ser perfeccionista y la buena acogida por la crítica no impidió el fracaso comercial. En una segunda colaboración con Lancaster para un rodaje en Gran Bretaña, el director fue finalmente despedido. Sin embargo, Lancaster reconoció su aprecio por la película. La nueva ola francesa permitió sacar de nuevo a la luz la obra y darle el lugar que se merece. 


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