3.7.13

"Pitfall"-André de Toth


Pitfall 1948
Director: André de Toth
Guión:  Karl Kamb / Jay Dratler y de Toth (relato)
Música:  Louis Forbes
Fotografía:  Harry Wild
Montaje:  Walter Thompson

Actores:
Dick Powell es John Forbes
Lizabeth Scott es Mona Stevens
Jane Wyatt es Sue Forbes
Raymond Burr es MacDonald
John Litel es District Attorney
Byron Barr es Bill Smiley
Jimmy Hunt es Tommy Forbes

John Forbes es el clásico  ejecutivo de compañía de seguros, padre de familia, pero no tanto: se queja de la monotonía de un cotidiano que le aleja cada día más de los deseos de aventuras de su juventud. Hasta su encuentro con Mona, por razones profesionales, que le conduce al adulterio. Cobarde, miente tanto a su amante como a su mujer Sue. Pero el Detective MacDonald, encargado del asunto que le llevó a Mona, está también enamorado de ella, hasta la obsesión: celoso de la relación que mantiene con John, pondrá en marcha un plan que le permita  levantar  los obstáculos que le conducen a Mona. Al final, como dice el fiscal, tendremos encerrada a la persona equivocada.

La crítica de la institución matrimonial, el adulterio, la caracterización del protagonista muy distinto de los héroes solitarios, engañados por la femme fatale: Pitfall rompe con los esquemas del género por su originalidad. El glamour, el sexo, los riesgos, vivir por fin una aventura, no será fatal para John ni pondrá su matrimonio en peligro. El encuentro será fatal para Mona. Mujer deseada por tres hombres: John, casado que le miente, Smaley,  en la cárcel por robo que la utilizó como tapadera de sus negocios sucios, MacDonald) el detective de la compañía de seguros, que la acosa,  y amenaza a John hasta llegar a levantar todos los obstáculos que le separa de Mona.


La femme fatale no existe en Pitfall pues Mona es una mujer simple, con sus ilusiones, esperanzas, ganas de disfrutar de la vida. Se enamora de John pero sabe retirarse cuando, herida, descubre que está casado y que le miente. Sin embargo, lo protege de MacDonald en el cual siente una amenaza para John, acepta que la compañía de seguros le confisque las joyas y otros objetos de lujo que Smiley le regaló después del robo. “La mujer fatal de ese film amaba, amaba de verdad, con todo su corazón. A diferencia de la esposa, cuando ella entrega su amor por aquel hombre, le entrega todo su ser” comenta la actiz Lizabeth Scott.


Con un  tratamiento novedoso para su época de las características principales del género,  y con un estilo en la dirección de su equipo que es todavía una referencia, André de Toth nos ofrece una excelente película, un clásico al día de hoy. El director francés Bertrand Tavernier, en sus estudios del cine americano y sus Entrevistas con los grandes autores de Hollywood escribe: a propósito de De Toth que tiene una mirada seca, limpia, organizada, capaz de provocarnos « un gran  escalofrío estético, filosófico, al tiempo que jamás renuncia a ese principio del placer imprescindible en cualquier obra de arte digna de tal nombre».
Pitfall es de estas películas que producen placer y donde se destacan particularmente  unos excelentes actores de reparto: Raymond Burr (Criss Cross-El abrazo de la muerte de Siodmak-La ventana indiscreta de Hitchcock) y Jane Wyatt. (Boomerang-Elia Kazan-House by the river de Fritz Lang). La  banda musical acompaña con un  tema central adaptado a la narrativa que resalta particularmente por su calidad y la definición de los caracteres.

Louis Forbes nos ofrece un momento de humor musical en una escena en la cual la secretaria de McDonald se enfada con John porque este se olvida cerrar la puerta de su despacho.




En Dick Powell vive todavía en el personaje de Marlowe (Murder, my sweet-Historia de Detective-1948-E.Dmytryk) y Lizabett Scott sigue pidiendo  un cigarro,  sentada en las escaleras igual de bien que un año antes en El extraño amor de Martha Ivers de Lewis Millestone.


André de Toth recuerda así el proyecto de la película, el rodaje y la relación con sus actores: « Me contrataron para reescribir el guión…». Habla así del guionista Karl Kamb que aparece en los títulos de crédito: « Sin duda nunca la leyó [la novela The Pitfall de Jay Dratler, guionista de Laura de Preminger a partir de la novela de Vera Caspary, de  The dark corner de  Henry Hathaway a partir de una historia de Leo Rosten, Call Northside 777 del mismo Hathaway]. Le permitió  conseguir un fabuloso contrato con Zanuck, antes de desaparecer en las “arenas movedizas” de Hollywood». De Toth retoma el guión con Bill  Bowers « un gran escritor y un magnifico  bebedor» pero los dos no aparecen en los títulos. « A dick Powell [participa en la producción] le gustó el guión y me propuso dirigirla. Yo le dije que sí, pero si él interpretaba a John forbes. El productor Sam Bischoff tenía apalabrado a Humphrey Bogart para el papel de MacDonald, pero me negué en redondo. Pensó que me había vuelto loco… Yo no quería hacer una película “de” Bogart… un actor fuerte eclipsa todo el film. Yo no quería hacer una película, sino fotografiar la vida, personajes reales, no estrellas de cine». Es probablemente lo que pensó Edward Dmytryk cuando eligió a Dick Powell para el papel de Philip Marlowe en Murder, my sweet este mismo año o por lo menos lo que resalta de nuestra comparación entre los dos actores en el Dossier DETECTIVES. Para el papel de MacDonald su elección  del impresionante Raymond Burr, esta fuerza bruta que va acosar a Lizabeth Scott y organizar la “trampa” final (Pitfall) a Dick Powell no nos permite más imaginar al pequeño Bogart para tal actuación. « En cuanto a Lizabeth Scott, me gustaba mucho porque era una profesional, disciplinada de principio a fin. Vivía el personaje. Quería a alguien que atrajese a Powell como persona, para que el público creyera que, como adúltero, era “virgen”. Necesitaba una chica que encajara con ese punto de vista: atractiva, sí, pero no un  bombón. Elegir a Marilyn Monroe o una actirz así hubiese sido una farsa. Necesitaba a alguien real». En 1952, Fritz Lang no tendrá la misma opinión y elijará a Marilyn Monroe en el papel de una obrera en una fabrica de latas de sardinas en Clash by Night (Encuentro en la noche). Con respeto a Jane Wyatt, dice De Toth: « Era un papel muy exigente, siempre al borde de la emoción. Necesitaba alguien con una gran dignidad, un gran temperamento. Pero de sensibilidad. Un ser humano, uno verdadero, no solo una buena actriz. La historia era dominada por las mujeres, la esposa tenía que ser la más fuerte. No fue fácil encontrarla, pero desde que su nombre fue pronunciado era evidente que tenía que ser ella».

Algunas secuencias

En el territorio de Sue

Hemos descubierto la territorialización con Van Heflin en The Prowler (El merodeador-Joseph Losey). Aquí tenemos dos territorializaciones en paralelo, la que ejercen Sue con su familia y la del detective MacDonald sobre Mona.
Sue defiende su territorio e intenta contener a su familia en los límites que ella define; sabe hacer las concesiones necesarias para que no cambie nada. ¿Cuánto tiempo puede durar? Algunos diálogos con su marido John que reproducimos más adelante y sobre todo la actuación de Jane Wyatt marcan fuertemente esta fuerza dominadora que se apoya sobre los valores morales  de una sociedad puritana. Esta actitud de ama de casa clásica,  pero más firme que otras caracterizadas en películas de la época que retratan núcleos familiares, se encuentra contrastada por los estados de ánimo de John que dan a Pitfall toda su fuerza subversiva. 


La familia Forbes vive en San Fernando Valley como la mayoría de los californianos de clase media: John es un ejecutivo cínico, harto de la cotidianidad, de la rutina del trabajo, de los horarios, hecha a su hijito un discurso que rompe con  la narrativa clásica del cine estadounidense a mediado de 1940 –y hasta ahora: cuando el pequeño Tommy (no tan inaguantable como los de las familias respetables  de Desperate hours o de Suddenly) le pide dinero para un campamento (probablemente de boy-scouts), John le contesta:
No te gastes el dinero con mujeres…deja.  de crecer hasta que muera mi tío rico

Sue autoritaria, lo controla todo  en casa
-Date prisa, es tarde.
-¿Y qué?
-Sólo te informo
-No vayamos hoy a trabajar. Vámonos de pesca… han hecho una carretera que va hasta Suramérica.
-mejor otro día, le contesta Sue
-¿Se pararía el mundo si lo hiciera? ¿Quebrarían los seguros Olympic si no llegase todos los días a las 9 en punto? Tu la chica más guapa de la clase, yo el chico más prometedor… A gente así debería pasarle algo.
-Y pasó. Se casaron.
John irónico: ¿Qué fue de esa pareja que iba a construir un barco y viajar?
Sue lo tiene claro: -Yo tuve un hijo. No sé lo que pasó contigo. Venga, aventurero, tienes una familia que mantener.
-¿no vamos a Suramérica?
Hoy no.
+++++++++++++++++++++
En el coche:



Sue: ¿A qué hora volverás a casa?
John: Sabes perfectamente a qué hora llegaré. Salgo de la oficina a las 17.04 exactamente, Charlie me recoge a las 17.15, en 32 minutos estoy en casa, si no nos para ningún semáforo, y te beso en la mejilla a las 17.50 en punto. A veces me siento como una pieza de una maquinaria.
-Tú y otros 50 millones
-No quiero ser como ellos.
-Pero tú eres John Forbes, americano medio, columna vertebral del país.
John reacciona enseguida: No quiero ser la columna vertebral de este país.
+++++++++++++++++++++


Al final, John está libre,  aunque como dice el fiscal, “Me gustaría detenerle. Personalmente, creo que tenemos encerrada a la persona equivocada” (hablando de Mona).
Sue le espera en el coche
Sue: Deberías pedirle a Ed (el superior de John en la compañía) un traslado a otra cuidad.
John: ¿estas segura que no quieres el divorcio?
-lo he pensado mucho. Ya casi me había decidido. Pero luego empecé a pensar. Un hombre que fue un buen marido, excepto durante 24 horas, ¿Cuánto tiempo debe pagar por ello?... no sé si alguna vez volverá a ser igual, al menos durante mucho tiempo no lo será, pero hemos pasado por otras cosas. Tal vez podamos superar esto. Eso, claro, si tú quieres intentarlo.
-Claro que quiero
De acuerdo. Entonces eso haremos. Lo intentaremos.
+++++++++++++++++++++
John pide consejo a Ed, su jefe

Ed: supongo que querrás salvar tu matrimonio
John: haría cualquier cosa
-Ya has hecho demasiado. Mereces que te partan la cara.

-Ya lo han hecho… tendré que afrontarlo con Sue y el niño… No sé por qué te lo he contado,
-Ni yo… haré lo que pueda. Ya se me ocurrirá algo
-Más vale dice John, y, antes de salir:¿Qué se siente al ser un hombre casado respetable?
Su cinismo se ha transformado en amargura.
+++++++++++++++++++++
En el territorio de Mona


Mac territorializa el espacio de Mona en Santa Mónica. Sabe utilizar sus acciones en su propia ventaja, organiza la eliminación de cualquier obstáculo –Pitfall significa trampa pero también obstáculo, escollo –a partir de sus relaciones en la policía –a la cual pertenecía ante de ser detective para la compañía de seguros Olympic.  
Su obsesión por Mona no se limita en invadir su apartamento cuando le parece, o su vida profesional –ella es modelo en el mundillo de la alta costura. La secuencia de su irrupción en un pase de modelos es el clímax de la exasperación tanto para Mona como para el espectador. Raymond Burr caracteriza perfectamente a su personaje con sus exigencias de “cliente” obligando a Mona a someterse a sus ordenes, su mirada lasciva, libidinosa, Nos asusta más que a James Stewart en La ventana indiscreta. 
Excelente secuencia entre MacDonald y Mona cuando él le anuncia que ha pasado algo a John y Smiley, utilizando la frecuencia-radio de la policía, y sin saber como ha acabado la puesta en escena que ha organizado para enfrentar a John y Smiley. Lo sabrán juntos cuando él llama a un colega al teléfono: seguimos el excelente trabajo de la actriz en su cambio de expresión, enamorada de John, amante de Smiley y acosada por Mac.

+++++++++++++++++++++

Concluimos con esta secuencia entre John y su hijo Tommy:
El niño ha tenido una pesadilla (ha visto alguien asomándose a la ventana)
John: ¿Las pesadillas? De niño, eran por cenar demasiado. Ahora son los cómics.
El niño se acuesta:
-Papá ¿qué nos hace soñar?
-Sobre todo la mente. La mente es como una cámara maravillosa. ¿Sabes cómo funciona una cámara?
-Claro, hace fotos.
-Eso es. La mente funciona igual. Desde que nacemos la mente saca fotos y las almacena. De vez en cuando, una de ellas se escapa mientras dormimos, y se convierte en un sueño. Así que el truco es: hacer fotos bonitas y tener sueños bonitos.