7.4.13

"The prowler" de Joseph Losey


Dossier CINE NEGRO / Joseph Losey

El merodeador (1951)

Director: Joseph Losey
El equipo es impresionante: Losey está asistido por Robert Aldrich. Este no es todavía director pero ha colaborado en la realización de Caught ( Max Ophüls-1949) con James Mason y con Robert Ryan en el papel de un supuesto Howard Hughes. Pasa a la dirección en 1953 con Big Leaguer con Edward Robinson ante de ofrecernos la obra maestra del cine negro Kiss me deadly (El beso mortal-1955).
Guión:  Hugo Butler / relato original: Robert Thoeren –Hans Wilhelm. Detrás de Hugo Butler –(estamos en pleno macartismo) –se  esconde Dalton Trumbo. El famoso guionista se ha exiliado en México donde vive  con Hugo Butler y su mujer.  Como para Gun Crazy  (El demonio de las armas-Joseph H.Lewis-1950), por la cual firma el guión con el nombre prestado por el escritor Millard kaufman, aquí, además de participar en la escritura del  guión, Dalton Trumbo presta su voz al marido de Susan, el locutor de radio, ¡esta voz siempre presente en la casa de Susan, pero también en el desierto de Mojave! y que vemos sólo los cinco segundos que dan a Webb el tiempo de matarlo.


Susan, asustada por un merodeador, llama a la policia
Música:  Lyn Murray crea una composición musical perfectamente adaptada a la intriga con algunos buenos momentos de jazz. Sigue trabajando con Joseph Losey en la película negra siguiente,  The Big Night (La larga noche-1951) y mas tarde escribe unas partiduras que intentan salvar (sin conseguirlo) a la película más cursi de la historia del cine: la fallida Atrapa a un ladrón (Hitchcock-1955).

Fotografía:  Arthur C.Miller ha trabajado con Mankiewicz y en el cine negro con Preminger para Whirepool (Voragine-1949). El merodeador es su última película.
Producción: Sam Spiegel  (firma S.P.Eagle en esta época de caza de bruja). John Huston (no acreditado) es co-productor,  lo que le da la oportunidad de ofrecer un papel protagonista a su mujer, Evelyn Keyes y a John Maxwell como actor de reparto.
Actores:

Van Heflin esWebb Garwood, que considero como su mejor papel. Se lo recuerda  probablemente más por sus westerns que por sus películas negras –pensamos en 3h10 to Yuma (Delmer Daves-1957) que se puede considerar como un film negro del Oeste. Tiene sin embargo unas cuantas películas en el género como Kid Glove Killer (Fred Zinnemann-1942), The strange love of Martha Ivers (Lewis Milestone-1946) que trataremos pronto y donde tiene también una excelente actuación. En Possessed (Curtis Bernhardt-1947) comparte el protagonismo con Joan Crawford. Encuentra de nuevo a Fred Zinnemann en 1948 con Act ofViolence. Después de El merodeador, hace otra película negra con Gene Tierney y George Raft, Black Widow (La viuda negra-Nunnally Johnson-1954)

Evelyn Keyes es Susan Gilvray. Su educación religiosa –Methodist – y conservadora conviene a este papel de ama de casa burguesa . Rueda el mismo año el film negro: The killer that stalked New York (Earl McEvoy)
John Maxwell es Bud Crocker, policía colega de Webb. Después del drama muy negro con Joan Crawford The damned don't cry (Vincent Sherman-1950), este excelente actor de reparto trabaja en The asphalt jungle con Huston y sigue su carrera en el cine negro con Mystery Street (John Sturges-1950), con Humphrey Bogart en The enforcer (Sin conciencia-Bretaigne Windust/Raoul Walsh-1951), Without Warning! (Arnold Laven-1952).



La garrapata

En tres secuencias y dos noches, Webb toma posesión de la totalidad: la mujer y su casa. ¿Cuál será su punto débil? le pregunta a su colega Bud después de esta visita de los dos policías a casa de Susan que se sentía amenazada por un merodeador Es una territorialización efectuada a partir del deseo: deseo de la mujer y deseo de confort, de más bienestar y consideración –un motel en Las Vegas, por ejemplo,  bien gestionado,  que le deje  tiempo libre y dinero para gastar. Con estas tres secuencias todo esta dicho sobre Susan y Webb. por casualidad, tienen recuerdos comunes de la juventud pasada en Terre Haute-Indiana: van fabricando un sentido posible a los reencuentros. Así se puede realizar el   acercamiento progresivo de los cuerpos. Si frente a ella, Webb, bastante tosco,  sufre por su propia condición social de policía frustrado y acomplejado –era campeón de baloncesto –, ella está bastante confusa como para dar importancia a los rangos sociales o a la falta de modales del policía. Él se instala, ocupa cada espacio de la casa, el salón, la cocina, el escritorio del marido donde descubre su testamento. Susan responde con la defensa a sus primeros intentos de posesión de su cuerpo, pero su vulnerabilidad y su ingenuidad están puestas en evidencia. Es una  mujer burguesa sin otra cotidianidad que esperar al marido, un famoso locutor de radio que la controla a distancia: ella debe hacerle comentarios sobre su emisión cuando él vuelve. Susan también lo controla, ya que sabe cuando acaba su trabajo. Eso le permite recibir a Webb sin estrés.   Por fin y a pesar de la mala conciencia que la religión o las costumbres de su sociedad le han inoculado,    sucumbe a esta fuerza de apego que Webb ha impuesto desde esta primera noche que  entró en su espacio.

En una escena de un erotismo exacerbado, los cuerpos se rozan  mientras bailan "Baby" cantado por Bob Carroll. Webb invade suavemente su mente, guía su imaginación hacia el éxtasis de un encuentro virtual en la adolescencia, en Indiana. Webb es una garrapata. Ella la tendrá enquistada en su carne hasta el final.

La femme fatale

Losey nos enseña este maniquí en el cuarto de Webb: pronto nos enseñará lo bien que apunta cuando dispara a John.

En las secuencias siguientes, Webb organiza la trama de cine negro: se introduce en el papel de la "femme fatale", creando una sorprendente doble inversión  con respeto a la caracterización clásica –y por eso mismo, poca veces aplicada –.  además de ser policía, actúa como lo hacen las pocas mujeres realmente fatales que nos ofrece el cine negro, poniendo en marcha un plan para realizar sus deseos. Ahora ha inoculado a Susan  su  droga, el enganche sexual y afectivo. Van Heflin se transforma en  Barbara Stanwick en DoubleIndemnity (Perdición-Billy Wilder-1944) o The strange love of Martha Ivers (El extraño amor de Martha Ivers -  1946 - Lewis Milestone). Se parece más bien a Peggy Cumminsa en Gun Crazy (El demonio de las armas-Joseph H.Lewis-1950) por ser el niño caprichoso que lo quiere todo. Sabemos,  que tanto para ellas como para Webb, la apuesta es fatal pero, mientras, Joseph Losey ha roto todos los esquemas del género: el policía corrupto criminal, la ama de casa respetable adúltera y cómplice del crimen.

El perro rabioso

Una vez realizados los deseos, Webb, el niño feliz, reinstala a su mujer en el confort parecido a el que tenía –con el dinero de Susan. ¿Acaso no se reía abiertamente al principio de la película cuando ponía en boca de Susan las palabras siguientes para describir su marido John? El típico marido  americano, maduro y decente. Lo que es…. Webb  No suena muy excitante. Susan –en confesión: Muchas cosas buenas no son excitantes Se transforma en jefe de familia.

Se transforma en el Van Heflin de 3h10 to Yuma (Delmer Daves-1957) o, por lo menos, es lo que se plantea: se ríe, abraza, silba, llora… aunque el nacimiento de la futura niña altera sus planes. ¿No es la prueba de que él y Susan tenían una relación antes de la muerte de John, el marido que se encargó de eliminar en un plan diabólico, conociendo su testamento y sabiendo que Susan, totalmente conmovida, no iba a declarar que lo conocía en el tribunal?  Su condicionamiento después de tantos años en ahora la policía, hace de Webb un paranoico: siente la amenaza llegar por todos lados.

Emprenden el camino de la desterritorialización hacia el desierto de Mojave, en esta antigua ciudad minera de Cálico por la que no pasan ya ni los coyotes, una ciudad fantasma –Bud le había enseñado una piedra de este lugar.
Susan es madre, ha perdido su ingenuidad, comprende que tiene que proteger a su hija.  Todos los lazos se deshacen, hasta la niña recién nacida, al nacer, se irá en brazos del médico mientras los meteoros se manifiestan.
El padre de familia, este antiguo policía tan alabado por su jerarquía y sus colegas, que quería ser el típico marido americano maduro que describía Susan,  se transforma en un perro rabioso trepando hacia la cima de una colina que nunca podrá alcanzar.