26.8.12

Pequeñas historias de deudas públicas

Unos 2400 años atrás, los enfrentamientos entre la Liga de Delos encabezada por Atenas y la Liga del Peloponeso formada alrededor de Esparta llevan a esta última a ocupar las minas de plata de Laurion, fuente de la capacidad monetaria de Atenas.    Los atenienses van a pedir préstamos a los Dioses: se va utilizar el tesoro del santuario según Tucídides. Con el tiempo, esta práctica se hace costumbre según las cuentas del Partenón, entre 314 y 166 antes de nuestra era.   La ciudad pide prestado a su santuario lo necesario para la compra del grano, para obras de infraestructuras y fortificaciones, para ganarse la alianza con vecinos…  Por supuesto se teme la ira de los  Dioses acreedores, pero estos tienen su santuario bien alimentado por varias donaciones muy por encima de la necesidad de mantenimiento y de organización de ceremonias.

Todas estas monedas son de las que tienen la cabeza de Atenea, con el casco ceñido con la corona de hojas de olivo y, en el reverso, la lechuza, el pájaro de Atenea, con la luna creciente, el brote de olivo y las tres primeras letras de la palabra Atenas. A estas monedas se las llamaba “las lechuzas del Laurion”, y un refrán decía que es inútil “llevar lechuzas a Atenas”, o sea, agua al río.

La principal causa de endeudamiento es la guerra. El préstamo del santuario  es un verdadero crédito con una tasa de interés fijada (10% por año en el caso de la Liga de Delos). Pero la ciudad cobra el impuesto. En caso de guerra, hay un impuesto especial, excepcional para los ciudadanos. En tiempo de paz,  sólo pagan el impuesto los extranjeros y los súbditos.
También hay el préstamo concedido por los ricos ciudadanos. A veces, se transforma en donación,  lo que permite al rico ampliar su influencia política y social. La deuda aparece así como algo temporal sin estructura financiera definida como se va a desarrollar posteriormente con la creación de los bancos. Estos sirven de cajas de ahorros, de oficinas de cambios y prestan esencialmente a los ricos para las expediciones marítimas. Las deudas de los pobres, particularmente los campesinos, los transforman en esclavos… a pesar de las reformas de Solón
El endeudamiento del Estado no es una fatalidad y la posesión de recursos como amplios territorios o… ricos santuarios permite adaptar el precio de la moneda para facilitar las cosas.  Un Estado es soberano si tiene su propia moneda.

Oleo de Masaccio- Capilla Brancacci-Florencia

 El cambio en la forma de endeudarse por parte del Estado va cambiar en el final del Medievo.  Italia es el teatro privilegiado de este cambio. Los negociantes y artesanos venecianos y florentinos se niegan a pagar un impuesto, mecanismo indigno y reservado a los súbditos y los vencidos en las guerras. Los préstamos a los monarcas transforman a los ricos negociantes en Banqueros de Europa, con los Médicis en la cabeza. Estos préstamos consentidos al Tesoro Público de la Comuna van  acumulándose. La montaña de deudas se agrupan en 1347 en un "Monte comune": montaña que el Estado reconoce no poder pagar de inmediato.  Estas deudas se institucionalizan  como créditos con interés de 5% para los monti de Venecia y Florencia. En Génova toman el nombre de compere. Pronto estos créditos se transforman en modo de pago que compite con la moneda metálica que a veces falta.  En 1482 se crea en Venecia un Monte nuevo seguido de un Monte nuovissimo en 1509. En Florencia desde el final del siglo XIV se multiplican las emisiones de deuda por parte del Estado mientras el interés de la deuda absorbe los impuestos. La riqueza se concentra cada vez  más: los impuestos de los ciudadanos acaban en manos de los que han hecho los préstamos más importantes. Si en 1352 los florentinos más ricos poseen 25% de la riqueza, en 1404 esta parte llega a 42%. El crédito funciona: se encuentra en los testamentos, se transforma en fondos de garantía, se intercambia con viviendas, sirve para participar en nuevas compras de deudas… tan bien que hasta los franciscanos crean su monte con las donaciones. Nace el "monte de piedad".  El "deporte" de los créditos es propio de la élite: 86% de los monti pertenecen al 10% de los florentinos mientras 71 % de las familias están al margen de la operación. El control que los acreedores ejercen sobre la colectividad caracteriza la atracción por los monti. Génova crea una institución  "la casa di San Giorgio" que agrupa las asociaciones de los acreedores de los compere.  La comuna de Génova llega a empeñar sus propios ingresos fiscales y aduaneros a estos acreedores, lo que da a "la casa di San Giorgio" el control de la economía, la administración de las colonias, la gestión de la deuda.
¿Cómo acaba eso? Venecia tarda 20 años en sanear su deuda… para reconstituirla 50 años más tarde. Florencia y Génova se instalan en el endeudamiento perpetuo, lo que sirve de ejemplo para las cortes de Europa.  El control de la oligarquía sobre la ciudad se disfraza en la encarnación del bien público.
Enlaces
-Páginas web: Moneda "Lechuza" en  Monedas griegas y romanas (se puede encontrar más datos con )

Pintura "Tributo de la moneda" –Galería degli Uffizi-Florencia Datos sobre la pintura en:  Wikipedia

-Artículo sobre la deuda pública en el diario francés Le Monde