24.8.12

"Cry of the City" de Robert Siodmak


Dossier Robert Siodmak 

Cry of the City (Una vida marcada- 1948)

Rodada en Nueva York, la película debe su nombre tan acertado de Cry of the city (Llantos de la ciudad más atractivo que "Una vida marcada") al riesgo de una denuncia por un abogado, Martin Rome, a causa del título inicialmente elegido de Martin Rome and the law (Martin Rome y la ley). El guión de Richard Murphy, en el cual participó Ben Hecht, se basa en la novela The Chair for Martin Rome de H.E. Helseth.
La música de Alfred Newman suena con los títulos de créditos con el excelente  "Street Scene" que fue su primera creación en la película del mismo nombre en 1931. Pero el jazz se manifiesta también en Cry of the City para  acompañar al personaje del joven  Toni,  con pequeños ritmos en el estilo de "Fever" o el muy bueno final de piano antes de escuchar de nuevo "Street Scene". Excelentes partituras de Harry Akst con "Baby Face" y "I Wonder Who's Kissing Her Now" de J.E. Howard, temas que oímos en numerosas películas.
La fotografía es de Lloyd Ahern.



Actores

·        Victor Mature es el teniente Candella Candela1 Fuera de sus papeles bíblicos, el famoso Sansón, de familia italiana,  trabaja para el cine negro. Antes de Cry of the City, lo podemos ver en  I wake Up screaming (H.B. Humberstone-1941) y Shanghai Gesture (J.von Sternberg-1941) y, con un guión de Ben Hecht, Kiss of Death (Henry Hathaway-1947).
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  Richard Conte  esMartin Rome Marti negro2 También de origen italiano, Conte es uno de los iconos del cine negro: en 1947,  trabaja con Hathaway en 13 rue Madeleine. En 1948, después de Cry of the City, lo vemos en Call Northside 777 de Hathaway, con James Stewart, que trataremos pronto. En 1949, es Thieves'Highway de Jules Dassin , Whirlpool de Otto Preminger y House of Strangers de Joseph Mankiewicz. En 1950, The sleeping city de George Sherman ofrece una visión muy negra del Bellevue Hospital de Nueva York. En 1951, Richard Conte encuentra de nuevo a Shelley Winters en The raging tide también de George Sherman y en 1953 es el encuentro con Fritz Lang con The Blue Gardenia. Esta larga lista negra concluye con uno de los mejores del CINE NEGRO: The big combo (Joseph H. Lewis-1955) que entrará pronto en este Dossier.

·        Shelley Winters es Brenda -Berry Kroeger es W. A. Niles-Tommy Cook es Tony Rome - Debra Paget es Teena Ricante - Hope Emerson es Rose Givens


Martín y su mama Rome

A los clásicos enfrentamientos  moralistas que nos cuentan tantas películas de policías y gángsteres, Robert Siodmak responde aquí con una matización de la frontera  entre "el bien y el mal"  que da a Cry of the City un sabor entrañable. El tema del policía irreprochable frente al  delincuente  no importa tanto como la afectividad que  envuelve al conjunto de los personajes: una suave sabana de lino empapada de lágrimas y dolores, los llantos de la ciudad (Cry of the City). Sí James Gray con We Own the night o The yards, Martin Scorcese  en casi toda su obra, matizan igualmente esta frontera, en este "torrente de amor" podemos pensar más bien a John Cassavetes.

 Otro tema, recurrente en la obra negra de Siodmak, es la soledad y el fatalismo que corroen el protagonista, la fascinación por el abismo. Martin (Richard Conte) se parece al  inocente encarcelado en Phantom Lady, al Uncle Harry en Pesadilla… Hay en su cabeza la misma letanía que en la de Steve en Criss Cross,  esta frase que pronuncia ""el sueco" de The Killers antes de morir: «No hay nada que hacer».  Como la secretaria del ingeniero en Phantom Lady, la novia en Uncle Harry, Nike Adams en The killers… aquí tenemos a Toni, el hermano de Martin, quien cree en él y quiere ayudarlo.
Toni  ve en él un héroe y sitúa el mal del lado de las instituciones de esta sociedad injusta donde se ha criado. Pero lo que potencia la afectividad que desborda aquí es la ayuda que intenta dar a Martin el teniente de policía Candela (Victor Mature), su paciencia, sus consejos… hasta que, al final, no tendrá más remedio que aplicarle él mismo la ley.

 Su protección irá al que queda: Toni.
Una dirección de actores que, a pesar de un guión un tanto previsible,  hace de Siodmak una referencia más allá del género.


·        El personaje de Martin Rome da el tempo de la película: carismático en una primera parte que plantea la situación y enfoca la relación del duo Martin -Candella, cínico y violento en una segunda parte que relata su fuga hacia ninguna parte y enfoca la posición del trío Marti-Candella-Toni.

Preludio a due voci

Martin se sabe perdido: yace en una cama del hospital, gravemente herido después de matar a un policía.  Va a utilizar su carisma  para calmar al teniente Candella que quiere saber hasta qué punto él y su novia Teena  están comprometidos en el robo de joyas y el asesinato de una rica viuda. Martin recibe la visita de Niles, abogado que dice defender al sospechoso del asunto y que le pide denunciarse para salvar a su cliente, ya que Martin no tiene nada que perder. Este se niega, Nieles le amenaza con denunciar a Teena como cómplice de su cliente.

A partir de esta visita, Martin comprende que tiene que salvar a Teena antes de que la ley acabe con él. Eso significa utilizar todos los medios para evadirse, acabar con Nieles y su chantaje, llegar a Teena que ha puesto bajo la protección de la enfermera,… Candella duda bien de lo que trama  Martin  e intenta razonarle  después de una visita a su familia.
Esta primera parte tiene dos momentos de fuerte tensión:



-la rabia de Martin frente al chantaje de Niles lleva  a los dos hombres a una lucha de una violencia que puede haber inspirado  lo mejor de Sam Fuller unos años más tarde.

-la evasión de Martin del ambulatorio de la cárcel es una secuencia que pone en evidencia la maestría de Siodmak para dar el tempo justo al suspense y la injusticia con la cual tantos críticos atribuyen el monopolio de esta técnica a Hitchcock. Resaltado por  el blanco y negro de la fotografía de Lloyd Ahern, la salida por el túnel del hospital demuestra un arte sutil del manejo del tiempo y de la utilización de los juegos de luces.
 Podemos hacer la misma reflexión en el plano fijo que introduce a Rose: ella atraviesa un largo pasillo encendiendo las luces a medida que avanza… 
 … hasta proyectar su sombra sobre el cristal de la puerta del porche donde espera Martin. El tiempo está perfectamente medido hasta la vuelta al salón,  con Rose y Martin atravesando el pasillo en sentido opuesto. Esta introducción nos lleva poco a poco al clímax de la larga secuencia Martin/Rose que es también la más impactante de todas las que ponen  a Martin en contacto con otros personajes: abre y cierra el círculo con Teena, pasando sucesivamente por Niles, Brenda y Rose. 

La tensión creada en el espectador lo sitúa fácilmente de lado del carismático Martin Rome, mientras la rigidez de la moralidad del teniente Candella no pone a éste en la posición de protagonista en esta primera parte. En el dúo Martin/Candella es el primero que canta la melodía mientras el segundo es el bajo continuo.
Sin embargo, el tono general de este preludio es la afectividad por la relación entre Candella y la familia Rome bajo la protección de la cruz y de la Virgen,…


el niño juega con el sombrero que, en la secuencia final, 
 el policía va olvidar (¿voluntariamente?)  
cuando hace un último intento para hacer razonar a Martin

…su visita a Martin con la comida preparada por la madre Rome… La atmosfera de "Little Italia", el soplo del neorrealismo italiano que caracterizan algunas secuencias son necesariamente una referencia de peso en la filmografía de Martin Scorcese como él mismo lo menciona en su documental que relata la influencia del cine estadounidense en su ambiente familiar en "Little Italia", aunque no cita directamente a Siodmak.


 Fuga a tre voci

Con la evasión de Martin entramos en un nuevo tempo con el cual se revela su verdadera cara, lo que provoca una sutil  inversión de sentimientos del espectador con respecto al dúo Martin/Candella. Martin Rome nos va a conducir al despacho de Niles donde se disipa cualquier duda sobre este siniestro personaje, en el coche de su amiga Brenda que llama a un médico para curarlo y, antes de cerrar el bucle con Teena,  en la casa de Rose. Es el momento cumbre de la película como lo hablamos anteriormente…
Hope Emerson,  en el papel de Rose la masajista, asesina de sus viejas y ricas clientes, es la guinda sobre el pastel: la más viril en esta película de hombres, nos ofrece un número sádico con Martin…
   … y una escena de acción en la estación de metro que puede haber inspirado a Sam Fuller en una de las secuencias de  Pick-up on South Street  (1953) más espectaculares del cine negro.  

La inocencia de Martin afirmada en la primera parte en cuanto  al asesinato y robo de joyas es una variación sobre el tema del "hombre equivocado" frecuente en el cine negro. Es un tema  recurrente en el cine de Hitchcock, particularmente en Stangers on a Train,  rodado tres años más tarde,  que retoma también la idea del dúo masculino en el ambiente soso de la burguesía aburrida a la que tanta afición tiene  este director. Pero la fuerza del guión reside en la transformación de Martin en verdadero criminal. A la fuerza espesa e imponente de Candella con el peso de la ley que lo acompaña, se opone la fragilidad aparente y ágil del alacrán Martin Rome, siempre pronto a sacar su aguijón, su navaja…  

  … símbolo de su lucha en contra de una sociedad que no le permite vivir la libertad que pretende, con o sin Teena. Aunque ha matado en legítima defensa a un policía y a Niles,



aunque ha llegado a entregar a Rose, asesina y ladrona, a la justicia de los hombres,   ¿cómo podemos seguir temblando por Martin después de verlo apuñalar al infumable Niles, comprometer a su madre, su hermano Toni, su amiga Brenda y el medico que lo atiende dentro del coche de Brenda?

Después de la fascinación por el delincuente que nos propone Siodmak en el preludio, el director la va borrando y nos ofrece la identificación con Toni que se encuentra también en la misma encrucijada que nosotros, a pesar de su rechazo a las instituciones policiacas. «¿Con qué éste es tu héroe, Toni? Se escapa de la cárcel, burla a la policía y habla con una pistola en la mano. Míralo bien, Toni... Toda su vida huyendo, huyendo hasta que no pueda más. Escapar. ¿Escapar dónde?» le dice Candella. El personaje del teniente Candella va tomando cuerpo y,  sin aprobar su decisión final propia del agente de la ley,  por lo menos podemos comprender las luchas de su conciencia. Nos rendimos en la imagen final que hace de Candella un nuevo hermano para Toni, sin que este cariño cambie necesariamente los prejuicios del hermano de Martin hacia el orden social.